Estamos en esa época del año en la que no sabes si tienes un resfriado, un gripazo, o si de repente y sin avisar el covid ha decidido volver a presentarse en tu vida. Todo ello con tus fosas nasales completamente taponadas por los mocos que te impiden respirar adecuadamente. Sin embargo, la mucosidad, más allá de ser bastante molesta y obligarnos a ir con un clínex siempre encima, puede darnos muchos datos sobre nuestro estado de salud, ya que el color da pistas de lo que ocurre en el interior de nuestro organismo. Transparente, amarillo, verde… ¿Qué significa cada color?
Por lo general, el moco suele ser transparente, el color normal de esta sustancia que el cuerpo utiliza para mantener hidratadas y protegidas nuestras mucosas. De esta manera, un moco transparente no debe preocuparte, aunque si es abundante, puede ser señal de una reacción alérgica o de que el organismo está sufriendo un pequeño resfriado.
Si en tu caso el moco es blanco, en principio puede indicar que hay congestión nasal o una inflamación del tejido, por lo que habría que estar atento por si aparecen nuevos síntomas, como la fiebre, pudiendo ser un resfriado común.
Otra cosa diferente es cuando tornan en otro tipo de colores, como el amarillo o el verde, lo que indica una posible infección, pero no son iguales. En el caso de que haya presencia de moco amarillo es por la presencia de células inmunes muertas como consecuencia de que nuestro organismo está luchando frente a un microorganismo invasor.
Por su parte, cuando es verde va un poco más allá. También es una consecuencia de las células inmunes muertas, pero la infección, aunque no suele ser grave, es algo más fuerte en estos casos y la mucosidad verdosa puede quedarse hasta unos 12 días. En caso de que no desaparezca, puede que se trate de algo más que un simple resfriado y todo haya derivado a una sinusitis, por lo que habría que consultar con un especialista.
En todo caso, seguramente en alguna ocasión los habrás tenido en tonos rojizos por la presencia de sangre, que se deberá principalmente a la rotura de algún capilar de la nariz, que a veces ocurre si nos sonamos muy fuerte. En el caso de que puntualmente sean marrones, probablemente será porque la sangre está coagulada. Sin embargo, en caso de que sea constante, lo mejor es acudir al médico, ya que detrás puede haber algo más grave, como una bronquitis o una neumonía.
Aunque es menos frecuente, el moco puede ser negro, especialmente en aquellas personas fumadoras o que consumen ciertas sustancias estupefacientes. De todas formas, también pueden aparecer, por ejemplo, tras inhalar humo en un incendio o por la presencia de hongos.