Respirar es no solo vital para la vida, sino una poderosa herramienta para nuestra salud. Pero, para disfrutar de todas sus ventajas, hay que saber respirar, algo nada fácil. De hecho, los humanos somos los que peor respiramos del reino animal. La mejor respiración es la nasal, ya que es el órgano pensado para filtrar el aire que entra en nuestro cuerpo. Además, como explica en su post de Instagram @biomecanicamartinez, ofrece otros beneficios, igualmente importantes.
Desde la inhalación y exhalación de aire podemos cambiar patrones de comportamiento, estados de ánimos e incidir sobre el ritmo cardíaco. Además de respirar por la nariz, si hacemos respiración alternada, primero por un orificio nasal y después por otro, los beneficios se multiplican.
La respiración alternada por las fosas nasales tiene una larga historia. En yoga se conoce como pranayama y sirve para reducir la ansiedad, el estrés y la depresión. Nos relaja y consigue un objetivo largamente acariciado: alinear mente y cuerpo.
La técnica de la respiración alterna se basa en la ralentización del aire que inhalamos y exhalamos. En ella, cada fosa nasal se cierra para dirigir la respiración hacia un lado del cuerpo. Cuánto mas lenta y profunda sea esa respiración, más nos relajaremos.
Según el ayurveda o medicina tradicional india, la respiración nasal estimula los principales canales energéticos y para activarlos hay que poner en práctica una técnica muy sencilla. Primero, respiramos profundamente, inhalando durante cuatro segundos y exhalando durante otros cuatro. Un ciclo completo en respiración alterna seria lo siguiente:
Respirar mejor o peor por una fosa nasal ya es un indicador de bienestar. La ciencia ya ha confirmado que las personas que respiran mejor por el lado derecho activan estimulación del sistema nervioso simpático, mientras que respirar mejor por el orificio izquierdo está asociado científicamente a una estimulación del sistema nervioso parasimpático.
El sistema simpático está asociado con estados de alerta, con mayor frecuencia cardiaca y el cuerpo preparado para la lucha o la huida. En contraposición, el sistema parasimpático se vincula a estados de relajación y bienestar, imprescindibles también para la reparación del sistema inmune. Cuando se respira bien por los dos lados, ambos sistemas están equilibrados.
Se ha demostrado que la respiración alternada por las fosas nasales tiene efectos beneficiosos como: