Los antibióticos no hay que tomarlos a la ligera, sino siempre siguiendo las indicaciones de nuestro médico, que antes tendrá que habérnoslos recetado. Este tipo de medicamentos tiene una finalidad clave, la de combatir infecciones que han sido causadas por bacterias. Ya es sabido que su está restringido únicamente a cuando es necesario porque su exceso o utilizarlo mal puede poner en riesgo nuestra salud. Así se han encargado diferentes investigaciones de corroborarlo.
Una de la últimas ha sido publicada en Gut, señalando como el uso habitual de los antibióticos por parte de personas mayores de 40 años aumenta el riesgo de padecer una enfermedad inflamatoria intestinal, como lo puede ser la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa. Tal y como indica la investigación, el riesgo es acumulativo, aumento entre uno y dos años después del uso de antibióticos para infecciones intestinales.
Se estima que en el mundo hay unas siete millones de personas que sufren algún tipo de enfermedad inflamatoria intestinal, una cifra que se espera que siga en aumento con el paso de los años. De esta manera, se ha detectado que uno de los factores asociados con el riesgo de padecer algún tipo de enfermedad inflamatoria intestinal es el uso de antibióticos por parte de la población más joven.
Así, en la investigación se han analizado datos médicos del 2000 al 2018 de personas que nunca habían sido diagnosticadas con una enfermedad intestinal, ya que los investigadores querían saber si el momento y la dosis de los antibióticos eran importantes en el desarrollo de la dolencia. En total, participaron 6’1 millones de personas en el estudio, de los que a 5’5 millones se les prescribió al menos un ciclo de antibióticos.
A lo largo del tiempo se diagnosticaron 36.017 casos de colitis ulcerosa y 16.881 de enfermedad de Crohn. Con ello, en comparación con quienes nunca habían tomado antibióticos, se asoció un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad inflamatoria intestinal en los que sí habían consumido los medicamentos, siendo mayor a más edad.
Las personas de entre 10 y 40 años tenían un 28% más de probabilidades de sufrirlo, mientras que entre los de 40 y 60 años, sube a un 48% de posibilidades, una cifra que se mantiene en el 47% de probabilidades en mayores de 60 años. Eso sí, el mayor riesgo se detectó en aquellos pacientes que habían tenido cinco o más ciclos de antibióticos y en aquellos en los que ya había pasado entre uno y dos años de la toma del fármaco.
Por el momento, los autores advierten que son necesarias más investigaciones centradas en estos resultados y que, por el momento, lo ideal es limitar el consumo de antibióticos.