Sumergirse en una bañera llena de hielo: el método Wim Hof para reducir el estrés y fortalecer el sistema inmune
Este gurú holandés ha popularizado la tendencia de usar agua helada como método curativo
Los baños de hielo fortalecen la salud mental, la recuperación física, la voluntad y la calidad del sueño
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Ha escalado el Everest y el Kilimanjaro llevando únicamente unos shorts y zapatos, ha resistido durante horas sumergido en lagos helados y ha corrido un maratón en el desierto a 50 grados sin agua ni comida. Es Wim Hof, un exatleta extremo holandés conocido como 'Iceman' por su asombrosa capacidad de resistir las temperaturas más frías, lo que le ha permitido batir varios récords Guinness. Su secreto reside en el uso del autodenominado método Wim Hof, que le permite controlar conscientemente su sistema inmunológico y que cada vez tiene más adeptos en todo el mundo.
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En 1995 la esposa de Hof se suicidó fruto de una psicosis y él se quedó a cargo de sus cuatro hijos, tragedia que le llevó a buscar consuelo en la meditación y la respiración. Fue entonces cuando comenzó a desarrollar una serie de herramientas con las que preparar el cuerpo y enfrentarse a cualquier temperatura. Su lema es "Eres más fuerte de lo que piensas". La popularidad de la tendencia actual de sumergirse en agua helada como método curativo se debe en gran parte a él. Según el propio Hof, este tipo de baños en hielo ayudan a reducir el estrés, fortalecer el sistema inmune, la salud mental y la recuperación física. Otros beneficios son el aumento de la fuerza de voluntad, la mejora de la calidad del sueño y la pérdida de peso.
Cómo tomar un baño de hielo
Lo lógico es exponerse de manera gradual al agua helada para acostumbrarse a sus efectos. Empezando por baños de agua fría cada día más largos antes de subir el nivel a los de hielo. Antes de sumergirse hay que relajarse tanto como se pueda. Los primeros treinta segundos de la inmersión en hielo son cruciales, ya que es el tiempo mínimo que necesita el ser humano para adaptarse y soportar la sensación de gelidez. Según los expertos, los beneficios del frío se experimentan entre los 16 y los 18 grados.
En una primera experiencia se recomienda aguantar solo hasta dos minutos dentro del agua, a pesar de que cuanto menor sea la temperatura más sencillo es adaptarse. Ve aumentando la exposición con el tiempo. Si te sientes muy incómodo o tiene dudas, mejor sal de la bañera. Poco a poco irás soportándolo mejor y disfrutarás de lo vigorizante de la experiencia.
De las 'celebrities' al gran público
Celebridades como Lady Gaga, Kendall Jenner, Lizzo o Gwyneth Paltrow han incorporado la exposición al frío entre sus rutinas. Pero no solo entre las celebridades está de moda. La práctica ha salido de los vestuarios, donde los deportistas utilizan habitualmente el hielo y el agua helada para aliviar la carga muscular provocada por el esfuerzo físico, para llegar al gran público y popularizarse cada vez más entre los talleres y cursos alternativos que ofrecen los centros de mindfulness y yoga.