No todos dormimos igual y, por lo general, la población adulta de España no duerme especialmente bien. Y eso es un problema, principalmente porque el descanso es una parte esencial de nuestra salud. Por ello, dormir bien y que ese sueño sea reparador se ha vuelto imprescindible, aunque no todas las personas necesitan las mismas horas de sueño, ya que los niños deben dormir más que los adultos. Sin embargo, ni dormir poco ni dormir mucho es lo aconsejado después de que un estudio haya relacionado el sueño con las infecciones que podemos contraer.
Han sido científicos de la Universidad de Bergen los que han estado analizando la calidad del sueño y las infecciones recientes que habían padecido los pacientes de los consultores médicos, publicando los resultados del estudio en la revista Frontiers in Psychiatry. Fue así como detectaron que aquellas personas que reconocían dormir poco o mucho tenían más probabilidades de padecer una infección, así como que los que experimentabas problemas crónicos de sueño reconocían un mayor consumo de antibióticos.
“La mayoría de los estudios observacionales anteriores han analizado la asociación entre el sueño y la infección en una muestra de la población general”, señala la autora principal del estudio. A lo largo de la investigación encontraron que los pacientes que dormían menos de seis horas diarias tenían un 27% más de probabilidades de sufrir una infección. Por su parte, en los que lograban más de nueve horas de descanso el porcentaje aumentaba hasta el 44%.
"El mayor riesgo de declarar una infección entre los pacientes que declararon una duración del sueño corta o larga no es tan sorprendente, ya que sabemos que tener una infección puede provocar tanto un sueño deficiente como somnolencia, pero el mayor riesgo de sufrir una infección entre los que padecían un trastorno crónico de insomnio indica que la dirección de esta relación también va en el otro sentido; dormir mal puede hacer más susceptible a una infección".
Por tanto, con los resultados en la mano, está claro que dormir más de la cuenta o menos de lo que necesitamos para estar descansado no es bueno para la salud en ningún sentido, ya que aumenta las posibilidades de contraer una infección. De esta manera, hay que intentar dormir unas ocho horas al día para lograr descansar de verdad, aunque bien es cierto que son muchas las personas que se han terminado de acostumbrar a dormir pocas horas al día y, pese tomarlo como hábito, no deja de no ser beneficioso.