Luz Casal es una de las voces más reconocidas del panorama musical español. Su personalidad y carisma la delatan. Una artista con décadas de trabajo a sus espaldas que este fin de semana se sentaba con Bertín Osborne en ‘Mi casa es la tuya’ para hablar de sus inicios en la música o de su faceta más personal como, por ejemplo, por qué había decidido no tener hijos. La cantante también recordó uno de los momentos más duros de su carrera, el cáncer de mama que padeció y que tuvo que superar en dos ocasiones, en 2007 y en 2010.
“La primera vez, cuando me dieron el resultado, fui a recogerlo sola. Mi compañero y un amigo me esperaban en la puerta. No pensé en las consecuencias que podría tener. Les dije: ‘se coge el toro por los cuernos y lo que haya que hacer se hace’. No quiero dar la sensación frívola de que tengo una fortaleza extraordinaria, pero ante una evidencia así hay dos maneras de tomárselo, creo yo. Una es derrumbándote y otra diciendo ‘esto es lo que hay, qué tengo que hacer”, recuerda ante el presentador Casal.
“El segundo cáncer no me lo esperaba. Cuando hice ‘Vida tóxica’ canté sentada en el estudio de mi casa, no tenía fuerzas para cantar de pie. Una cosa era abandonar los escenarios, pero no podía apartarme de la música”, explica.
En aquel momento ella estaba inmersa en una larga gira por Francia que tenía que suspender. La noticia saltó y quiso contar qué le pasaba. “¿Una larga enfermedad? ¿Una enfermedad? No, es un cáncer de mama y ya está. Y cuando pasó por segunda vez ocurrió lo mismo, estaba de gira. Mi vida ha sido así, con bastantes altibajos, al menos emocionales. La vida también es esto, también es enfermedad. Lo que hay que hacer es sacar conclusiones que te ayuden a que lo próximo sea mejor o te sirva”, reflexiona Casal sobre darle más normalidad a la enfermedad y no tener que utilizar eufemismos para referirse al cáncer.
El tabú alrededor de la palabra cáncer, como explica Luz Casal, sigue muy presente en la sociedad, aunque los expertos aconsejan llamarlo por su nombre. “Al principio es duro, pero ayuda a entender lo que significa. Es difícil y por ello no hay que forzarse, forma parte del proceso de adaptación a la nueva realidad. Es común que al principio ni la familia ni el paciente puedan utilizar el nombre propio”, explicó en su momento la psicóloga Marta de la Fuente a Uppers.
“Cuando una palabra tiene una connotación negativa, es muy difícil cambiarla y eso pasa con el cáncer”, relata la psicóloga Teresa Terol. No obstante, cree que empieza a haber un cambio: “cuando te dicen cáncer sigues pensando en muerte, pero ahora ya no es así. Hay muchos casos de éxito, han mejorado las terapias, tenemos prevención".