¿Aire acondicionado o garganta? El modo de usarlo para no tener que elegir

Esta nueva ola de calor ha terminado, pero el abanico, el ventilador o el aire acondicionado siguen siendo necesarios. Las temperaturas siguen siendo altas, aunque no extremas, por lo que por las noches conciliar el sueño, más aún si eres de los que no soportan demasiado el calor, sigue siendo complicado. Cada uno tiene sus trucos para conciliar el sueño en estas noches tan complicadas, pero hay que buscar un equilibrio para que no nos afecte a la salud, especialmente a la garganta, de la que el aire acondicionado es un gran enemigo.

Dormir con el aire acondicionado está salvando el descanso de muchos, pero está afectando a su salud. Estamos en esa época del año en la que las gargantas están más irritadas y secas por culpa de ese aire frío que nos permite dormir. No obstante, lo ideal es utilizar el aire acondicionado eficazmente para que no afecte a nuestra salud respiratoria.

La temperatura o la distancia

Para ello es totalmente necesario elegir una buena temperatura. Es muy atractivo enfriar la habitación, pero realmente lo ideal es encender el aire acondicionado entre los 22 y los 24º, una temperatura media que refresca la estancia y permite que no acabemos despertándonos con la garganta reseca.

Pero más allá de la temperatura también es recomendable pensar en la ubicación, tanto del aparato como de la cama, porque lo mejor es siempre que el flujo del aire no apunte directamente hacia la cama en la que dormimos. Siempre es más adecuado que ese flujo consiga refrescar la habitación, pero sin ir directamente hacia nosotros, lo que afectaría gravemente a la salud de nuestra garganta.

A ello hay que sumarle lo importante que es la limpieza del filtro del aire acondicionado. Durante gran parte del año ni le hacemos caso a ese aparato que va recogiendo polvo y, cuando en verano lo encendemos, en vez de aire limpio, puede expulsar aire lleno de alérgenos y bacterias, por lo que, si aún no lo has hecho, limpia o reemplaza el filtro.

Cuida tu garganta

Más allá del aparato, es esencial que tú mismo cuides tu garganta. Y no hay mejor forma de hacerlo que manteniéndonos hidratados. Beber agua durante todo el día lo ideal en días de tanto calor, pero también permite que hidratemos la garganta y así se combata la sequedad que puede originarse por la exposición al aire acondicionado. Y no solo hablamos de agua, sino que aprovechando los alimentos de temporada, las frutas y verduras, como la sandía, que hay ahora en el mercada nos permitirán mantener las vías respiratorias bien lubricadas e hidratadas.