Todos los veranos lo mismo. Llegar a la playa y encontrarte con alguna medusa. En la mayoría de los casos es alguna aislada que se deja llevar por las corrientes marinas, pero cada vez es más frecuentes ver bancos de ellas llegar a las orillas impidiendo el baño en la época más calurosa del año chafando las vacaciones de más de uno que soñaba con pasarse el día a remojo. Esto es lo que está ocurriendo en el norte de España, donde la presencia de la carabela portuguesa está haciendo estragos en sus playas.
También conocidas como falsas medusas, las carabelas portuguesas se distinguen fácilmente por su color, azul o morado, y porque su cabeza flota por encima del mar. No obstante, donde está el peligro es en sus tentáculos, lugar en el que se encuentra el veneno que, de picarnos, puede producirnos desde náuseas hasta dolores musculares y, en situaciones extremas, la muerte.
La carabela portuguesa puede llegar a medir hasta 20 metros y llama la atención que haya llegado hasta aguas del cantábrico, ya que su hábitat natural es en aguas del sur, mucho más cálidas, lo que evidencia aún más el calentamiento que están sufriendo los océanos.
Así, es en aguas del País Vasco donde más avistamientos se han producido, teniendo que cerrar al baño playas como la de Barinatxe o Arrigunaga. No solo eso, sino que la bandera amarilla ha tenido que ondear en otras playas, como en La Concha, debido a que han detectado algún que otro ejemplar en sus aguas.
En Cantabria ya han recogido más de 200 ejemplares en las últimas semanas a lo largo de distintas playas, aunque muy dispersas. Por eso mismo, llaman a la tranquilidad, aunque siguen atentos a cómo evoluciona la presencia de la carabela portuguesa en sus aguas. Algo similar pasa en Asturias, donde llaman a la tranquilidad pese a que en los últimos días han tenido que cerrar algunas playas.
En el caso de Galicia, que en otros años sí ha tenido una presencia mayor de la carabela portuguesa, este año no es tan acusada, aunque sí que se han avistado en algunas zonas de forma dispersa.
¿Qué hacer en caso de que nos pique una? Lo primero es retirar los tentáculos de la piel si estos siguen sobre ella e intentar lavar la zona con agua salada mejor que con dulce o vinagre, pero si en la zona hay un equipo de socorristas o emergencias acude rápidamente a ellos. Tras la limpieza lo ideal sería aplicar agua caliente y crema con cortisona. En el caso de que la picadura se produzca en un niño o un adulto con una salud delicada lo mejor es que lo traten los profesionales, ya que en ellos los efectos de la picadura pueden agravarse.