El truco de los dedos para echarse protección solar en la cara correctamente

¿Te aplicas suficiente crema de sol? ¿Y lo haces bien? ¡Lo más probable es que no! Los expertos afirman que la mayoría de los españoles no utilizan suficiente protector solar. De hecho, según un estudio de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), solo el 42,2 % de la ciudadanía se aplica protección en el rostro cuando realiza actividades cotidianas al aire libre en verano, mientras que el 20,4 % asegura no usar ninguna protección.

A la hora de aplicar o reaplicar un fotoprotector, es importante que tengas en cuenta qué partes del cuerpo van a estar expuestas al sol, pues esas son las zonas que necesitan protección. No te olvides de áreas como las orejas, la parte superior de los pómulos o los laterales del torso.

El truco de los dos dedos para la crema en la cara

Un truco para aplicar la cantidad adecuada es el de los dos dedos o la 'V', como recomienda la marca Isdin. Este consiste en extender dos líneas del producto sobre los dedos índice y corazón, como si estuvieras dibujando una 'V'. Se trata de una medida aproximada que puede variar en función de las proporciones del rostro de la persona. En cualquier caso, el producto se debe aplicar de manera generosa. 

¿Cómo protegernos el sol?

  • Evitar el sol del mediodía. Mientras practicamos actividades al aire libre como bicicleta, leer o pasear por la arena de la playa, es saludable tomar el sol. Especialmente, si las realizamos por la mañana o por la tarde evitando de este modo la exposición al sol durante las horas centrales del día (de 12 del medio día a 3 de la tarde). Los niños de menos de 2 años no deben exponerse de forma directa a la luz del sol. Así, se recomienda estar a la sombra cuando la luz del sol es muy fuerte, pero incluso así, es recomendable tener cuidado. Aunque en la sombra la radiación es más débil, sigue habiendo riesgo de sufrir quemaduras. Por ello, incluso en la sombra, es importante protegerse de forma adecuada.
  • Elegir el factor de protección solar adecuado. Usar crema solar es básico cuando nos vamos a exponer al sol. Pero también es fundamental elegir el factor de protección adecuado y adaptado a nuestro tipo de piel y a la intensidad de los rayos UVA. Sobre todo, durante los primeros días de verano debemos usar productos con factor de protección alto (25, 30, 35 o 50). Pero hay que tener en cuenta que las cremas solo protegen del sol durante un tiempo limitado y deben contener un filtro adicional contra los rayos UVA, que son los que provocan daños a largo plazo, como el envejecimiento prematuro de la piel o cáncer de piel.
  • Calcular el tiempo de la exposición al sol. Para saber durante cuánto tiempo te va a proteger la crema solar, debes multiplicar el tiempo de protección natural de la piel por el factor del protector solar. Por ejemplo, una piel muy clara puede protegerse de forma natural durante unos 10 minutos, por tanto, con un protector solar de factor 15 la piel estará protegida durante 150 minutos. Cada persona tenemos una protección natural distinta dependiendo del tipo de piel, pero normalmente, el tiempo suele ser de entre 10 y 30 minutos.
  • Usar suficiente protector solar. Usar siempre grandes cantidades de protector solar. Como norma general, una persona suele necesitar unos 35 gramos de crema solar para cubrir completamente el cuerpo, lo que serían unas a cuatro cucharadas grandes. Además, es fundamental ponerse crema de forma regular ya que el protector solar se elimina normalmente con el sudor, con el roce de la ropa (por ejemplo, el bañador o la toalla) o cuando ns bañamos
  • Protegerse con antelación. Tras aplicar la protección solar, debemos esperar entre 20 y 30 minutos antes de ponernos a tomar el sol. El motivo es porque no todos los protectores solares actúan enseguida y algunos tardan incluso unos minutos en empezar a tener efecto. Es básico que nos aseguremos que nos ponemos crema sobre todo en las zonas más sensibles a la luz como es el cuero cabelludo, el rostro, las orejas, el cuello, espalda, pecho y los pies.
  • Ropa y complementos. Como alternativa o complemento del protector solar, la ropa también nos va a proteger la piel: pantalones largos y camisas nos proporcionan una protección solar eficaz contra los componentes de la luz solar. Por su puesto, debemos utilizar un sombrero o una gorra. El factor de protección contra los rayos UVA variará en función del color, el tipo de material, la densidad de las fibras y el grosor. Los ojos también requieren de una protección adecuada contra la radiación del sol. Por ello, es importante utilizar gafas de sol que estén homologadas. Para saber qué gafas de sol son las adecuadas, hay que fijarse en que lleven la marca CE (Comité Europeo), que certifica que las gafas son apropiadas para proteger los ojos contra las quemaduras del sol y que el producto cumple con las directivas europeas aplicables.