Prestar atención a las señales que nos manda el organismo es esencial para mantenernos sanos, especialmente sobre esas pistas que nos puede estar mandando sobre enfermedades que pueden ser mortales. Precisamente las enfermedades cardiovasculares, como el infarto, son la principal causa de muerte en España y en el mundo, sobre todo en hombres. Cada 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón, donde se prioriza la concienciación sobre la importancia de cuidarlo. Y nada mejor que hacerlo a través de la alimentación, un pilar fundamental para mantener una salud de hierro.
La investigadora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), Gemma Chiva-Blanch, recomienda una serie de alimentos que son esenciales en nuestra dieta para mantener un corazón sano. Muchos de ellos los tendrás más que interiorizados en tu día a día porque los expertos llevan tiendo aconsejando que, para una buena salud cardiovascular, la dieta mediterránea es clave.
Uno de ellos es el pescado. Y no solo lo dice la experta, también Harvard, que en un artículo de Julie Corliss el profesor de nutrición y salud planetaria Christopher Golden aseguraba que para la salud "es mucho mejor sustituir las fuentes de alimentos terrestres por fuentes de alimentos acuáticos".
Entre los pescados, recomiendan especialmente las anchoas, las caballas, las sardinas o los arenques por ser fuentes de proteínas, pero también de vitamina B12 u omega 3, por lo que juegan un papel esencial en la salud del corazón. Por su tamaño es menos probable que contengan algún contaminante en comparación con otros peces más grandes.
En esto también coincide la experta de la UOC, que señala como el pescado azul, debido al aporte de ácidos grasos insaturados “ayudan a evitar que las plaquetas se activen y formen trombos”, aconsejando tomarlos al menos dos veces por semana.
No obstante, no es el único alimento que se debe incluir en la dieta, pues hay otros muchos que refuerzan la salud coronaria. Entre ellos, el aceite de oliva y, sobre todo, el virgen extra, ya que tiene un efecto protector mayor, al igual que las legumbres, recomendando comer unas cuatro raciones a la semana. En cuanto a cereales, mejor integrales, así que cuando tengas que comer pan o pasta, opta por esta opción.
Cuando nos pica el gusanillo se puede optar por un snack sano, como pueden ser los frutos secos, que ayudan a reducir los niveles de colesterol LDL (el malo) en sangre. Y si lo que buscas es una bebida, el té verde es rico en polifenoles, que tienen grandes propiedades cardiosaludables y, además, su consumo se ha asociado a un menor riesgo cardiovascular.
Donde también existe una fuente inagotable de beneficios para nuestro corazón es en los frutos del bosque, como los arándanos o las frambuesas, también ricas en polifenoles y con una función antioxidante y antiinflamatoria. No obstante, nuestro corazón siempre va a agradecer el consumo de frutas y verduras y, si quieres que sean más eficaces, opta por aquellas con tonalidades amarillas como el melón, la naranja, la calabaza o las zanahorias. ¿Por qué? Principalmente por su contenido en carotenos, que están asociados a un menor riesgo de padecer enfermedades del corazón.
Pese a que su sabor no es del gusto de todo el mundo, el ajo puede ser un aliado para tu corazón por algunos de sus compuestos, como la alicina, que reduce el riesgo de sufrir enfermedades del corazón. El ajo se encarga de darle más sabor a nuestras comidas, igual que algunas especias que, ahí donde las ves, permiten controlar el nivel del azúcar en sangre el colesterol, como la cúrcuma, la pimienta o el curry.