"Bruce está siendo tratado por síntomas de úlcera péptica y la decisión de sus asesores médicos es que debería posponer el resto de sus shows de septiembre", decía un comunicado de de la E Street Band, banda habitual del músico durante décadas, a principios de este mes. Al final, no ha bastado con septiembre. Y el propio Springsteen ha tenido que anunciar que para durante lo que queda del año. “Continuaré con el tratamiento durante el resto del año siguiendo los consejos médicos”, ha dicho.
Las grandes afectadas por la cancelación de la gira -que lo trajo exitosamente por nuestro país hace unos meses- han sido ciudades como Filadelfia, Baltimore, Pittsburgh o Washington. "Nos lo hemos pasado genial en nuestros shows en Estados Unidos y esperamos vivir más buenos momentos. Estaremos de vuelta pronto. Amor y que Dios los bendiga a todos", se despedía el 'Boss' temporalmente de sus fans.
Para empezar, duele. Sobre todo después de las comidas. Normal: se trata de llagas abiertas que aparecen en el revestimiento interno del estómago y la parte superior del intestino delgado; así, la llamada 'mucosa' se ve afectada generalmente por bacterias como la Helicobacter pylori, sospechosa habitual en este tipo de afecciones estomacales. Pero la úlcera también puede ser causada por el uso habitual de antiinflamatorios y reguladores térmicos como la aspirina o el ibuprofeno.
Otros síntomas a los que estar atentos: cuidado si experimentas náuseas, ardor en la parte superior del estómago o sensación de saciedad con solo unos pocos bocados.
Las úlceras pépticas se dan con más frecuencia en personas mayores, por lo que no es extraño que Springsteen, de 74 años, se haya visto afectado. Ante estos síntomas hay que acudir de inmediato a una revisión médica y una vez detectada la úlcera lo más conveniente es, como ha hecho el artista, suspender la actividad física para proceder con el tratamiento. De no hacerlo, aparecerán síntomas mayores como una pérdida de peso drástica, vómitos con sangre, heces negras similares al alquitrán y dolores aún más persistentes.
Lo primero que habitualmente hacen los especialistas ante los síntomas de una úlcera péptica es una prueba de detección del Helicobacter pylori. Si el resultado es positivo, lo normal es que el paciente comience un tratamiento con antibióticos. La endoscopia también es una de las pruebas recomendadas antes estos síntomas, puesto que permite localizar la úlcera y conocer su gravedad. En algunos casos específicos se llega a recurrir a la cirugía si hay sangrado y no se puede detener con una gastroscopia.