Seguramente te ha pasado al intentar memorizar un pasaje de un libro que, por más que lo leías y releías una y otra vez, no lograbas retener la información. Tener problemas para acordarse de cosas puede ser normal cuando la memoria no se ejercita adecuadamente. Cada uno tiene su propia capacidad de memorizar, pero eso no significa que tu cerebro no se pueda fortalecer con ejercicio mental.
La memoria puede definirse como la capacidad que tiene nuestro cerebro de conservar información y recuperarla voluntariamente, ya sean datos, hechos del pasado o incluso sensaciones vividas. En ese sentido, los juegos mentales son una herramienta poderosa y eficaz para mejorar tanto la memoria como el tiempo de reacción.
Existen varias técnicas sencillas para potenciar esta capacidad, y el método 123 es una de ellas. La característica más importante de este ejercicio es que te ayuda a memorizar algo de forma espaciada. Es decir, no te obliga a aprender algo en un solo momento, sino que trabaja el cerebro en tiempos para poder retener la información a largo plazo.
Es una técnica sencilla y muy efectiva para mejorar el aprendizaje a cualquier edad. A diferencia de otros métodos, es fácil de recordar y aplicar en tu rutina diaria. En primer lugar, debes posicionarte en un lugar tranquilo y silencioso para poder sacarle el máximo provecho.
Después del tercer día, toma un descanso de una semana antes de volver a estudiar la información. Este intervalo de tiempo es clave para la práctica distribuida, un enfoque que maximiza la retención. Los especialistas advierten de que aunque el método 123 funciona, requiere que las personas que lo practiquen sean rigurosas y que planeen bien sus tiempos. Es importante subrayar que lo que ayuda a mejorar la memoria es precisamente el espacio entre los tiempos de estudio.