Signos para detectar la hipersomnia: ¿por qué te duermes en todas partes?

  • Sus síntomas interfieren en la vida de la persona, de manera que la resulta sumamente difícil mantener el nivel de alerta suficiente del día a día

  • Se caracteriza por seguir sintiendo cansancio y dificultad para estar despiertos a pesar de haber dormido muchas horas

  • Las recomendaciones de un psiquiatra para dormir del tirón

Padecer algún trastorno del sueño es algo más habitual de lo que nos imaginamos, cada vez son más las personas que padecen dificultades para dormir o, todo lo contrario, encontrarse en un letargo somnoliento todo el día. Existen muchos tipos de trastornos, y uno de ellos es la hipersomnia, que se caracteriza por seguir sintiendo un sueño excesivo constante e involuntario, cansancio y dificultad para estar despiertos a pesar de haber dormido muchas horas.

Un individuo con hipersomnia tiene gran dificultad para mantenerse despierto, lo que le suele causar un deterioro funcional significativo. Entre los síntomas encontramos: fatiga, cansancio, pérdida de concentración y pérdida sensorial, problemas de movimiento… y estos problemas le aboca a una gran pérdida de atención en su entorno.

Tipos de hipersomnia

El problema de la hipersomnia es que la somnolencia dura prácticamente todo el día y te cuesta despertarte. El sueño no es profundo ni reparador. Para que se considere verdaderamente un trastorno del sueño, tiene que ocurrir 3 veces a la semana durante un mes, como mínimo. Hay dos tipos de hipersomnia:

  • Hipersomnia primaria (idiopática). No hay causas orgánicas que la explican y el sueño suele ser normal. Puedes dormir 20 horas y, cuando te levantes, seguir estando cansado. Además, la hipersomnia primaria incluye irritabilidad, inestabilidad, impulsividad, alucinaciones y problemas para memorizar y hablar. 
  • Hipersomnia secundaria. Se debe al mal descanso por no dormir las horas suficientes o porque el sueño es interrumpido. Hay que tener en cuenta que las drogas, los medicamentos y los trastornos psiquiátricos influyen en el desarrollo de la hipersomnia. Por lo tanto, la hipersomnia secundaria no es el trastorno, sino un síntoma por alteración.

Síntomas más comunes

  • Un episodio principal de sueño prolongado de más de nueve horas que no resulta reparador.
  • La necesidad de dormir en horarios matutino y diurno es incontrolable aun estando en plena actividad.
  • Períodos recurrentes de sueño o de caerse de sueño en el mismo día.
  • Dificultades para estar totalmente despierto después de un despertar brusco.
  • Somnolencia diurna excesiva, que aparece como mínimo, tres veces a la semana durante un mínimo de tres meses.
  • Intenso malestar que acompaña al trastorno o bien un deterioro en las diferentes áreas de la vida de la persona.
  • La persona duerme hasta 14 a 18 horas al día.
  • Hay sensación de ansiedad, irritación, inapetencia, poca energía.
  • El pensamiento y la comunicación son lentos.
  • Se observan fallos de memoria.
  • Las siestas no compensan la necesidad de dormir durante el día. 
  • Despertar después de un sueño largo es muy forzado.
  • La persona tiende a sentir “embriaguez de sueño” al despertar, o sea, confusión o desorientación.

Consejos para prevenir la hipersomnia

La mejor manera de combatir un trastorno del sueño es prevenirlo, por lo que los expertos recomiendan poner en práctica una serie de consejos para mejorar la calidad del sueño y reducir los riesgos de padecer algún problema:

  • Tener un horario de sueño concreto, yendo a la cama y levantándose a la misma hora todos los días. Esto incluye los fines de semana, por supuesto.
  • Dejar a un lado los dispositivos electrónicos, al menos una hora antes de ir a dormir. Muchas veces, estos dispositivos hacen que se tarde en conciliar el sueño porque activan el cerebro, provocando trastornos y una mala calidad del descanso.
  • Evitar las cenas copiosas que hacen que el cuerpo tenga una digestión pesada y no puedas dormir bien.
  • No practicar deporte antes de acostarse. En lugar de eso, hacer ejercicios de respiración para relajarse.
  • Ventilar la habitación y asegurarse de que se está alejado del ruido. Así podrás descansar sin que nada te interrumpa. Puedes poner alguna planta en el dormitorio para renovar mejor el aire.
  • Tratar de no irse a la cama con preocupaciones o tras una discusión, porque afectará de forma negativa al sueño y puede que te levantes como si no hubieras dormido nada.
  • Dormir 8 horas diarias. Si el horario de sueño nocturno no las cubre, recuperar el tiempo con una siesta.