Llegas de vacaciones y toca volver a poner todo en orden antes de recuperar la rutina. Pero mientras te preparas para ello, notas que de tus vacaciones te has traído algo que no te gustaría: comienza el malestar, una tos sospechosa, los mocos hacen acto de presencia e incluso la fiebre se presenta en ti. Aunque no lo parezca, caer enfermo al volver de unos días de turismo o descanso es mucho más normal de lo que creemos, pero ¿por qué nos ponemos enfermos tras hacer lo que nos gusta y no durante las semanas en las que trabajamos y más estrés tenemos?
Lo cierto es que, tras tanto trabajo y estrés, durante unos días de vacaciones nuestro cuerpo libera ese estrés y tensión que se han ido acumulando para pasar a un estado de calma y tranquilidad en el que nuestro sistema inmune también se relaja más de la cuenta, por lo que nuestro organismo se descompensa y quedamos mucho más expuestos a las infecciones.
También tienen mucho que ver los cambios de temperatura. Hace una semana estábamos con temperaturas más cercanas al verano, pero la Semana Santa trajo consigo un desplome de las temperaturas y un cambio de tiempo con lluvias y nieve, a lo que hay que sumar los cambios que existen al entrar en un aeropuerto, tienda o restaurante, que resecan la nariz y la garganta.
La farmacéutica María Real ha dado en sus redes sociales algunas claves de por qué ocurre esto en muchas personas y una de las razones para enfermar al volver de vacaciones es la contaminación de los viajes, pues al viajar en un tren, coche, autobús o avión vamos más cerca de otras personas, lo que provoca que estemos más expuestos a contraer una infección respiratoria, además, de estar junto a focos de gérmenes como las bandejas plegables.
También recuerda que se suelen ignorar los síntomas que ya se tenían antes de empezar las vacaciones simplemente por no alterar los planes, y al relajarnos nosotros y nuestro sistema inmune, podemos vernos afectados, por eso aconseja llegar a las vacaciones con energía y con unas buenas condiciones de salud para así evitar caer enfermo al volver.
No obstante, señala a la adrenalina, que está más presente cuando estamos en situaciones de estrés, pero cuando nos relajamos sus niveles caen y nuestro sistema inmune acaba más expuesto a otras enfermedades.
Por su parte, es necesario mantener una rutina y no perderla en solo unos días de vacaciones. Durante los días libres es normal que haya un descontrol de horarios dependiendo de tus viajes, pero hay que recordar que es en las fases profundas del sueño cuando el cuerpo aumenta la eficacia de sistema inmunológico. Un sueño de maña calidad nos dejará más expuestos a enfermar.
Algo parecido al sueño ocurre con la dieta, pues durante las vacaciones solemos abusar de alimentos menos sanos y de bebidas alcohólicas. Esto compromete nuestra ingesta de nutrientes, provocando un desbalance que termina afectando a nuestro sistema inmune e incluso a la microbiota intestinal.