Dormimos mal. No es ninguna novedad, pues la mayoría de los que no descansan lo suficiente lo reconocen, así como lo subrayan diferentes estudios sobre ello. Un gran porcentaje de la sociedad sufre insomnio porque les cuesta horrores lograr dormirse o se despiertan mucho durante la noche o antes de lo esperado, impidiendo su buen descanso que va afectando poco a poco a nuestro organismo, deteriorando nuestra salud.
Una investigación de 2023 de RAND Europe sobre el insomnio señalaba que en España el 27’4% de la población tiene algún síntoma relacionado con el insomnio, pero que un 10’8% de los españoles sufre insomnio clínico y un 6’1% insomnio crónico. El diagnóstico es necesario para poder abordar el problema, ya sea con fármacos, con unos hábitos que permitan un mejor descanso o trabajando sobre el problema que desencadena esa falta de sueño.
Entre todo eso siempre ha sido algo polémica la práctica de deporte. Si nos cansa para caer rendidos en la cama o, por el contrario, nos acelera más e impide que conciliemos el sueño. Un estudio recientemente publicado en la revista BMJ Open apoya el ejercicio para tener un mejor descanso, relacionando la práctica deportiva dos o tres veces semanales con un menor riesgo de insomnio, aumentando las probabilidades de dormir más de seis horas durante la noche.
Para el estudio, los investigadores trabajaron a partir de los datos de 4.399 personas procedentes de nueve países diferentes que habian particiado en la Encuesta de Salud Respiratoria de la Comunidad Europea realizada entre 1998 y 2000 y que respondieron a preguntas relacionadas con la actividad física, volvieron a reponder sobre el ejercicio que hacían a los diez años o cómo dormían.
En sus restultados, el estudio señala que aquellas personas que fueron mucho más activos tenían un 42% menos de probabilidades de tener dificultades para conciliar el sueño y un 22% menos de desarrollar algún síntomas de insomnio. Es más, las personas que más deporte realizaban tenían un 55% más de posibilidades de dormir dentro del rango recomendado de horas de sueño, sin dormir demasiado ni quedarse corto en el descanso.
De esta manera, subrayaron que aquellos que hacían deporte dormían mejor. No osbtante, es necesario que ese ejercicio sea constante, pues se ha demostrado que aquellos que eran activos y durante el estudio perdieron el hábito, no dormían tan bien.
En cuanto a qué tipo de ejercicio, destaban los beneficios en el ejercicio aeróbico, como correr, salir a caminar o hacer bicicleta, aunque los ejercicios de resistencia también parecen aportar determinados beneficios al organismo para poder conciliar el sueño, ya que se facilita la relajación, se reduce el estrés y se liberan endorfinas.
Pese a los beneficios que se asocian al deporte para poder dormir, otros estudios a lo largo de los últimos años señalan que el ejercicio sí que está asociado a una mejor calidad del sueño, pero si el deporte es muy intenso o se realiza en horas cercanas a la noche, cuando nos vamos a la cama, puede jugar en nuestra contra y fomentar ese insomnio.