Dios le da pan a quien no tiene dientes. Dicho de otra manera, Lenny Kravitz, que a sus 60 años pasa por ser uno de los hombre más sexys del mundo, lleva a haciendo acopio de energía sexual desde hace nueve, los mismos que se ha mantenido, según confesión propia, totalmente célibe. Las razones de semejante contención pasan, en este caso, por asuntos más o menos morales: el músico asegura que tras varias décadas de excesos decidió hace varios años que se iba a reservar para la mujer adecuada. Pero en otros, la abstinencia no es, digamos, del todo voluntaria. ¿Qué consecuencias tienen para nuestro cuerpo los largos periodos de 'sequía'?
El principal cambio que se da en el cuerpo en periodos de abstinencia sexual es hormonal. Digamos que es un pez que se muerde la cola: la falta de sexo puede llevar a una disminución de estas hormonas, lo que a su vez puede afectar el deseo sexual. Ea es la razón por la que hay personas a las que, pasado determinado periodo de tiempo, ya no les cuesta tanto dejar de tener sexo. Sin embargo, las hormonas como la testosterona (en el caso de los hombres) también contribuyen al bienestar general. Las endorfinas liberadas durante el acto sexual, por ejemplo, contribuyen a fortalecer el sistema inmunitario. Y cualquier tipo de 'cardio', evidentemente contribuye a la salud del corazón y al estado físico en general. Es decir que todos son beneficios.
No hay evidencia científica, sin embargo, de que más allá del bienestar emocional, o su ausencia, es decir estrés o incluso depresión, la abstinencia sexual tenga complicaciones físicas serias. Se han reportado casos de disfunción eréctil en varones y de pérdida de elasticidad vaginal, en mujeres. Lo cual tiene todo el sentido del mundo si son órganos que dejan de ejercitarse. Pero ya está.
Volviendo a Lenny, "es una combinación de genes, cuidado personal, trabajo duro y disciplina" dice cuando alguien le pregunta sobre su envidiable (y por lo visto poco aprovechado) físico. Por si alguien tiene alguna duda, aquí un servicio a la comunidad: el músico, que hace poco se hacía viral por hacer rutinas de gimnasio en pantalones de cuero, aparece completamente desnudo en su (algunos llaman obscena) canción 'TK421' que se supone que es un eufemismo para para parte menos usada de su cuerpo (además de una referencia a, ejem, Star Wars).
Como sea, lo que importa aquí es que Kravitz no tiene sexo. Y es un dolor. Al parecer el músico vivió las infidelidades de su padre de manera traumática cuando era niño, y lo vivió mucho peor cuando este le espetó "cuando seas grande serás igual". El caso es que con el tiempo, Kravitz se vio, en efecto, convertido en una copia de su padre en ese aspecto. Su mujer, Lisa Bonet, madre de Zoe Kravitz, debió padecer la mayor parte de ese periodo de excesos.
Pero Kravitz tampoco se gustaba a sí mismo en ese entonces. Más aún cuando lo asaltaba el recuerdo del dolor que su padre le había infringido a su madre. Y entonces dejó el sexo casual y lo cambió por una vida que puede parecer a algunos demasiado rigurosa. ¿Cómo lo hizo? “Asumiendo la responsabilidad. Disciplina. No dejar que mis propios deseos se apoderen de mí” asegura.