Tradicionalmente el talco ha sido un producto versátil y ampliamente utilizado por varias generaciones por sus muchos beneficios, tanto en el cuidado personal como en la medicina o la industria. Muchos recordamos a nuestras madres recurriendo a estos polvos corporales para prevenir irritaciones y rozaduras en nuestra piel cuando éramos pequeños. Y muchos se lo hemos aplicado también a nuestros propios hijos. Pues bien, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo acaba de catalogar como producto “probablemente cancerígeno” para los humanos.
Ha sido la Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC), dependiente de este organismo, la que ha llevado a cabo un estudio que ha concluido que este mineral natural tiene la capacidad para causar cáncer entre los humanos. Concretamente, lo sitúa en el nivel 2A de su pirámide de identificación de peligros, el segundo más alto.
El talco es un mineral extraído en muchas regiones del mundo y utilizado para cientos de productos. El informe, elaborado por una treintena de expertos de diversas partes del mundo, prevé dos tipos de exposición al mismo: en el entorno laboral, en el cual los trabajadores están en contacto con el mineral durante su extracción, molienda o procesamiento; y el la población general, a través del uso de cosméticos y polvos corporales que lo contienen.
Aunque las pruebas no confirmaron una conexión estrictamente directa, sí han encontrado "fuertes evidencias mecanicistas" de que estos polvos presentan "características clave de carcinógenos en células primarias humanas y sistemas experimentales". El estudio también ve indicios, aunque limitados, de que este producto pueda causar cáncer de ovario, un vínculo que lleva tiempo en el punto de mira.
¿Significa esto que si te has puesto talco alguna vez, o si lo has utilizado de manera regular, puedes estar en riesgo de padecer cáncer? Según explica Alejandro Pérez Fidalgo, médico del Servicio de Oncología del Hospital Clínico de Valencia, en el portal Science Media Center (SMC), "el riesgo va a depender de dosis de exposición, tiempo y forma de contacto con el calco. Los estudios que sustentan esta clasificación tienen muchos sesgos, es decir, ciertos factores de confusión que nos impiden apreciar o predecir con total solidez la relación del uso del talco o la exposición al mismo con el cáncer”.
Eso sí, el oncólogo recomienda evitar en la medida de lo posible el uso de polvos de talco en zonas genitales, sobre todo, las mujeres, aunque llama a la cautela: "Esto no significa que el uso previo del talco vaya a provocar un cáncer ni que la exposición previa a este agente vaya a ser claramente el responsable de la aparición de un tumor”.
La agencia de la OMS también ha clasificado como "cancerígeno" para los humanos el acrilonitrilo, un compuesto orgánico volátil utilizado principalmente en la producción de polímeros. Esta decisión se basa en "pruebas suficientes de cáncer de pulmón" y "pruebas limitadas" de cáncer de vejiga en humanos. Estos polímeros se utilizan en fibras para ropa, alfombras, plásticos para productos de consumo o piezas de automóviles, y también está presente en el humo del cigarrillo.