Envejecer es lo que ocurre cuando todo va bien. Visto así es un éxito atribuible a una mejora exponencial de las condiciones de vida y al éxito de los fármacos. Muchas infecciones que antes mataban en un abrir y cerrar de ojos, ahora se superan o convierten la enfermedad en algo crónico. Por tanto, vivir mucho se da por supuesto y envejecer es la consecuencia lógica.
El reto ahora es transitar bien esos años. Asistimos por ello a un auténtico boom de divulgación sobre longevidad. En esa marea de datos, estudios y pautas sobre lo que puede hacerse para tener una vida saludable, rica y plena hasta el final, los datos abundan y, a veces, se contraponen. Nadie mejor que el doctor Vicente Mera, especialista en Medicina Interna y en Antienvejecimiento, para poner orden en esa avalancha de listados de hábitos. Mera, responsable de la Unidad de Medicina Genómica y Envejecimiento Saludable de Sha Wellness Clinic y uno de los mejores médicos de Europa en el campo de la Medicina Antiaging, desgrana en esta entrevista para Uppers cómo impactan en nuestra esperanza de vida la alimentación, el descanso o la gestión de las emociones.
Cuando se habla de factores que inciden en la longevidad, siempre se alude al descanso y a las horas de sueño con un montón de recomendaciones. ¿Qué es lo más importante?
El concepto de descanso debe ser semanal, no debe ser diario. Es un grave error medirlo al día. Hay estudios que explican que el sueño se puede recuperar en términos semanales. Si varios días a la semana se duerme mal, pero el fin de semana dormimos cada día 10 horas, lo recuperamos. Hay estudios cognitivos que lo demuestran. Ahora bien, en una semana hay que dormir un mínimo de 40 horas y un máximo de 60, algo más de siete horas días. Más de 60 tampoco es bueno; indica que hay un problema. Yo duermo 45 horas a la semana, digamos que le robo horas al sueño.
La dieta también es un factor importante. ¿Qué pauta alimenticia sigue usted?
Sigo rigurosamente plato de Harvard, que, en el fondo es muy mediterráneo: la mitad del plato son verduras y fruta. Dos tercios de verduras de todas las variedades y un tercio de fruta, también variada. El otro 50% está compuesto por cereales de todo tipo y proteínas de alto valor biológico. En esas proteínas priorizamos las de origen vegetal, respecto al animal, y, dentro del animal, lo recomendable es pescado, pavo, pollo y poca carne roja.
¿Qué piensa de los súper alimentos?
Siempre incluyo un súper alimento en mi plato. Mi predilecto es el miso. La sopa de miso es fundamental. A mí me mantiene y me quita el hambre. En Japón, donde más se toma esta sopa, hay estudios que muestran que las personas que no toman sopa de miso son las que viven menos. También me gusta mucho el kale y las semillas de chía. Esa sería una alimentación de calidad.
¿Y en cuanto a cantidades? ¿Qué es lo que recomienda?
La recomendación es quedarse siempre con un poquito de hambre. Antes que probar un postre, hay que quedarse con un poquito de hambre. Hay más sensación de ligereza, menos sueño, más capacidad de concentración... Es lo que los japoneses llaman Hara Hachi Bu, comer el 80% de nuestra capacidad con el objeto de crear un pequeño estado de cetosis para no utilizar toda la glucosa. Esto tiene unos beneficios enormes para la salud y el aspecto de la piel.
¿Qué piensa del ayuno intermitente?
Tiene grandes beneficios. Antes se pensaba que retrasar el desayuno era malo, pero, sencillamente, los estudios no estaban bien hechos. Mucha gente que retrasa el desayuno retrasa también la cena. La clave es retrasar el desayuno y no hacer la cena tarde. Pero el ayuno intermitente no es para todo el mundo: solo para personas sanas. Pero quienes pueden hacerlo sí tienen un buen control de peso.
¿Hacer ejercicio es imprescindible para tener buena salud?
El ejercicio tiene que formar parte de las rutinas diarias. Es imprescindible. En mi caso, reparto el 50% en cardiovascular y el 50% en ejercicio de fuerza con pesas con ejercicios rápidos y cortos. Hay que tener en cuenta el estado físico previo. El objetivo es generar tonicidad y tener una musculatura rápida. Pero insisto: hay que conocer el estado de salud previo: no todo el mundo no puede hacer las mismas cosas. Por ejemplo, si no se ha hecho nunca una maratón, no te puedes poner a correr una maratón. Hay que adaptar el ejercicio al cuerpo de cada persona.
Como experto en longevidad, ¿qué es lo que debemos tener claro al cumplir años?
La salud puede derrumbarse en cualquier momento. Todas las mañanas debemos agradecer a quien sea, depende de las creencias de cada uno, estar aquí. La vida es un equlibrio inconstante y como médico lo veo todos los días. Todos los días debemos estar preparados para lo peor. Y también para lo mejor.
¿Qué papel desempeña la vitamina D de diversión?
Me encanta viajar y la lectura. La lectura es espacio y tiempo. También me encanta experimentar y aprender más de mi trabajo. Esto me ha permitido tener un network a lo largo y ancho del mundo. También me encanta la ópera, me emociona. Intento ir dónde la obra se vio por primera vez. Me gusta muchísimo la música, es mi pasión.
Más allá del estado físico, ¿qué papel desempeña en la salud las relaciones con las otras personas o nuestra relación con el entorno? ¿Una persona altruista también está cuidando su salud?
De altruismo los médicos sabemos mucho. Mi tiempo se dedica a los pacientes, me entrego en cuerpo y alma a mis pacientes.
¿En este años cómo ha cambiado la relación médico-paciente?
Mis pacientes son mi razón de vida, pero algunos pueden ser muy crueles. Aún así, mi altruismo es ponerme junto a ellos. Me gusta la medicina con todas sus letras, me apasiona el cuerpo humano, poder ayudar a la gente y resolver sus problemas.
¿Qué piensa de que se exijan notas de corte tan altas para acceder a la carrera de Medicina?
Creo que no necesitamos gente con muchos conocimientos o mucha memoria. Necesitamos gente con vocación. He dado parte de mi vida, mi tiempo, mi familia, mis viajes y mis lecturas por los pacientes. Todo es por muy poco dinero, pero por mucha satisfacción personal. Si los médicos no tienen vocación, pronto nos sustituirán por la Inteligencia Artificial. La medicina es una carrera muy humana, muy de relación y muy altruista.
¿Cómo hacemos para añadir vida a los años?
¿Queremos vivir más años o vivir bien? Es como preguntar si se quiere más a papá o a mamá. Lo primero que tenemos que hacer es dar calidad al día a día. Y una vez que damos esa calidad al día a día, la vida te regala más años para vivir. Tengo más de 70.000 pacientes en una base de datos y lo tengo comprobado. Culturalmente, pensamos en cifras redondas (40, 50 o 60 años), pero los problemas de salud aparecen en los años 5. Si, por ejemplo, alguien llega a los 35 años muy bien, con buen peso, una capacidad cognitiva perfecta, sin lesiones de ningún tipo, la vida le va a regalar otros 10 años sin problemas. Para que se entienda, vamos a compararlo con el alpinismo. Cuando se intenta llegar al Everest los primeros 1.000 metros son muy difíciles, pero una vez allí, si va por el itinerario correcto, hay un valle que con una pendiente mínima va a llegar a los 2.000 metros fácilmente. Si el sherpa que nos acompaña nos dirige mal por el motivo que sea, llegaremos igual a los 2.000 metros, pero llegaremos con problemas, con alguna infección, algún ingreso en el hospital o alguna hospital. Por eso, es muy importante cada diez años, hacerse una planificación estricta y rigurosa.
Si tuviera que explicarlo con una sola frase...
Busque la calidad primero y luego la longevidad. Con la calidad vienen los años. El planteamiento es al revés: dame más calidad de vida hoy y viviré más años mañana.
¿Cuál es para usted el ' kit supervivencia' para vivir muchos años?
Sería un triángulo o casi un cuadrilátero. Lo primero sería ponerse con la alimentación y sería eso que comentábamos: alimentos de calidad y no comer más de la cuenta. A los 50, hay que hacer algunas pequeñas restricciones. La otra parte del triángulo sería el ejercicio, mejor con un profesional o alguien que pueda orientar, puede ser incluso un amigo. En el caso del ejercicio de fuerza con pesas, sí hay que estar guiado por un profesional. A esa edad vale más no lesionarse. El primer mandamiento de la medicina es no hacer daño. Si el ejercicio va a hacer daño, no hay que hacerlo. A los 50 no tiene ningún riesgo caminar a velocidad ligera y nadar en verano.
El tercer triángulo es la gestión de las emociones. El deporte le sirve a mucha gente para relajarse y es una especie de pequeña meditación. La meditación es muy buena, pero no es para todo el mundo, yo incluido. Soy más energético. Pero sentarse en silencio tiene grandes beneficios, sobre todo si se combina con yoga y se trabaja la flexibilidad. Necesitamos la elasticidad. A las personas de 50 años les recomiendo que trabajen el core, el tronco, para que esté bien fuerte. Por último, el sueño es fundamental. Tiene que ser un sueño reparador; no siempre más horas de sueño son mejores.
¿Qué papel desempeñan las emociones para un buen descanso?
Fundamental. Si estamos deprimidos, ansiosos o hiperactivos es muy difícil dormir después. En España somos los número 1 en el consumo de hipnóticos y ansiolíticos.