Toni Acosta se ha consolidado como una de las actrices más relevantes del panorama nacional. En sus redes sociales, es habitual que comparta aspectos de su vida profesional con los que da visibilidad a sus proyectos en el cine, la televisión o el teatro, lugares en los que ha desarrollado su larga trayectoria. Ahora, ha compartido un fragmento de una entrevista en la que, sin embargo, ha dado unas pinceladas acerca de una decisión que está directamente relacionada con su faceta más íntima y con la que pretende romper con los estereotipos.
En su perfil público, Toni ha añadido una captura de pantalla de unas palabras emitidas hacia ‘Woman Madame Figaro’ y con las que hace referencia a los cuidados personales que ha adoptado en su rutina del día a día: “Me cuido, pero no para aparentar menos edad", ha sentenciado.
Y es que, tal y como ella misma ha expuesto en sus historias temporales, su hábito no tiene nada que ver con buscar lucir un rostro o aspecto más joven, si no con visibilizar otra estética: “Ojalá seamos capaces de ir hacia esa belleza natural”, ha afirmado.
En la campaña, la cual ha protagonizado junto a la también actriz Elena Rivera, ha desvelado además que lo más importante a la hora de tener una piel bonita es “dedicarle tiempo y los cuidados necesarios” y se ha sincerado sobre el instante que para ella, sin duda alguna, se convirtió en un punto de inflexión en su vida: cuando empezó a gustarse frente al espejo, instante en el que su percepción propia se transformó. Es por ello que, desde aquel momento, para la intérprete se ha convertido en algo imprescindible reservar “unos minutos por la mañana y otros por la noche” para situarse frente a su reflejo y darse “los mimos necesarios”.
Ya el pasado año, la actriz compartía unas imágenes en las redes sociales en las que posaba en bikini y se sinceraba cómo se encuentra pasados los 50 y tras haber pasado por dos embarazos: “Vida sana y mucho deporte. Antes de dormir o a primerísima hora de la mañana, antes de ir a grabar, (5.30 a.m.) hago una tabla de yoga y un poco de cardio", decía.
Tras ello, hacía un llamamiento a todas las mujeres: "No pidamos perdón por cuidarnos, por gustarnos, por querer estar bien. A las tres semanas de parir (las dos veces) ya me metía en mis vaqueros. Y me hacía mucha ilusión abrochar ese botón y subir la cremallera. Sí, llámalo frivolidad o ego, a mí me hacía ilusión. Y tengo que reconocer que estoy más a gusto con mi cuerpo ahora que con 30 años. ¿Quién me lo iba a decir?", sentenciaba entonces.