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Cómo deshacerse de las varices sin cirugía (y con un robot al mando): así es el nuevo tratamiento por ultrasonidos

En España, el 60% de la población padece, en mayor o menor grado, varices, siendo tres veces más frecuentes en mujeres. Se trata de una patología que debe ser estudiada y tratada correctamente con el fin de evitar otras complicaciones más graves como trombosis, flebitis, sangrado de la variz o úlceras. Además, tienen un componente estético que puede afectar a la autoestima de las personas que las padecen. Cuando están localizadas en las piernas, son un problema tanto de salud como estético. La buena noticia es que ya se pueden tratar con técnicas no quirúrgicas o quirúrgicas mínimamente invasivas.

Edad y cambios hormonales

En el mundo, la insuficiencia venosa crónica es una enfermedad progresiva que afecta aproximadamente a un 40% de los adultos que puede causar graves complicaciones a largo plazo, como las descritas anteriormente. Recibir un diagnóstico de la enfermedad a tiempo puede ayudar a aliviar el dolor y la incomodidad, además de prevenir el desarrollo de otros síntomas provocados por la insuficiencia venosa.

Factores genéticos, sobrepeso y adiposidad abdominal son algunos de los factores que influyen en el desarrollo de las varices. Permanecer sentado mucho tiempo durante el día o estar de pie durante más de 4 horas seguidas ejercen una presión adicional sobre las piernas y dificulta la circulación, lo que supone un riesgo adicional de desarrollar venas varicosas. Además, los cambios hormonales durante el embarazo y los múltiples embarazos aumentan la posibilidad de que aparezcan varices. La edad también es un factor de riesgo;  de hecho su prevalencia aumenta de manera progresiva con la edad.

Más allá de los tratamientos tradicionales, que suelen ser invasivos e incómodos para el paciente, ya existe un método innovador para la eliminación de las varices, que ha cambiado el estándar actual de cirugía venosa por un método extracorpóreo no invasivo. Este método, que evita la cirugía, sin incisiones ni cicatrices se llama Sonovein y es un dispositivo robotizado que combina terapia e imagen en una única solución, empleando los ultrasonidos focalizados de alta intensidad (HIFU) junto con ultrasonidos de ecografía para el seguimiento de la intervención.

Beneficios

A diferencia de los tratamientos tradicionales, esta terapia es la única opción no invasiva para tratar las varices. No requiere de catéteres, ni de inyecciones de sustancias químicas, ni de cortes, lo que significa que los pacientes no necesitan un quirófano ni un estudio preoperatorio, no van a tener incisiones ni cicatrices, ni riesgos de infecciones ni de hemorragias, como puede ocurrir en técnicas más convencionales como la propia cirugía o las técnica de láser o radiofrecuencia.

Después de realizarse este tratamiento, los pacientes pueden reanudar sus actividades cotidianas, incluido hacer deporte, sin necesidad de un tiempo de reposo o de baja actividad. Otras ventajas importantes es que puede aplicarse en pacientes que toman anticoagulantes porque no tienen que suspenderlos y en pacientes de avanzada edad o con patologías previas, que antes se desestimaban para el tratamiento de varices por su alto riesgo operatorio.

¿Cómo funciona?

El calor provocado por los ultrasonidos (HIFU) estimula la producción de colágeno y lo transforma en una especie de 'pegamento' celular que reducirá progresivamente la vena, para luego bloquearla y cerrarla. Una vez necrosada, la vena acabará siendo reabsorbida por el organismo y desaparecerá. El impacto del HIFU se realiza en puntos sucesivos, del tamaño de un grano de arroz. Una sola sesión es suficiente para acabar con las varices. Por último, el tratamiento Sonovein puede realizarse en cualquier época del año.