Las modas afectan a todos los sectores de nuestra vida, algo se convierte en tendencia y comenzamos a verlo por todas partes. Sucede con la ropa, con la alimentación y también es así en la cosmética, donde los ingredientes y productos naturales y de origen vegetal se han convertido en indispensables. Ingredientes que contienen vitaminas, que están llenos de antioxidantes y nutrientes esenciales y nos ayudan a vernos mejor.
Estos aceites esenciales, extractos de plantas y mantecas vegetales son cada vez más comunes en una industria en la que cada vez más se buscan resultados, pero no a costa del proceso, que es cada vez más ético y sostenible. Hay un compromiso cada vez mayor por parte de la industria de conseguir resultados sobre nuestra piel, cabello… pero hacerlo de manera respetuosa con el medio ambiente.
Esto incluye energías renovables, envases biodegradables o minimización de los residuos, y también en parte se consigue con ingredientes de origen vegetal.
Estos ingredientes derivados de la naturaleza, nutren, hidratan y proporcionan suavidad, pero también reducen las irritaciones y proporcionan un mayor bienestar, evitando químicos agresivos. Son una opción ideal para todo tipo de pieles, respetuosa con el medio ambiente, la ética y libre de crueldad animal.
Entre los ingredientes que se han convertido en tendencia y prometen seguir siéndolo en el futuro, destaca el aceite de argán, que funciona como un gran antienvejecimiento gracias a sus cualidades antioxidantes y es también empleado como hidratante para la piel, pero también se usa como acondicionador para el cabello, dejándolo suave, brillante y nutrido, también se emplea para el cuidado de manos y uñas e incluso de labios. Se elabora a partir de los granos del fruto del árbol de argán.
No es el único ingrediente que está causando furor, sucede algo parecido con la manteca de karité, derivada de las nueces del árbol del mismo nombre. Tiene un gran poder de hidratación y nutrición, reduciendo líneas de expresión en el rostro. Es antiinflamatorio, antioxidante y, algunos estudios, también le otorgan propiedades antibacterianas. Minimiza la aparición de estrías, mejora las cicatrices y se recomienda para tratar el acné. Se suele emplear como ingrediente en cosméticos corporales, faciales y de cuidado del cabello.
Hace ya bastante tiempo que el aceite de rosa mosqueta se coló en nuestras vidas y parece que llegó para quedarse. Se emplea por sus propiedades como regenerador celular en cicatrices y estrías, repara la piel y es especialmente recomendable en pieles maduras. Es rico en ácidos grasos esenciales y antioxidantes.
Extraído de las semillas de la planta de jojoba encontramos el aceite de jojoba, fuente de numerosos ácidos grasos, que hidrata y calma la piel. Resulta menos grasiento que otros aceites vegetales, por lo que es muy agradable al uso, y es hidratante, calmante y antioxidante. Ayuda a la formación de colágeno y elastina, por lo que se emplea como antiarrugas, pero también tiene propiedades antisépticas, antiinflamatorias y antimicrobianas que lo hacen ideal contra el acné.