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Cómo evitar el uso del móvil antes de dormir y mejorar tu descanso

Una buena noche de sueño puede suponer una gran diferencia en nuestro día. Quien duerme bien tiene más energía para afrontar las dificultades que vengan, se concentrará más fácilmente y logrará cumplir con sus objetivos mejor que si hubiera dormido una cantidad de horas insuficientes o la calidad del sueño no hubiera sido buena, por eso conviene hacer todo lo que esté en nuestra mano para poder descansar como nuestro cuerpo merece. 

Esto parece sencillo en teoría, pero en la práctica hay ocasiones en las que no podemos evitar pasarnos un buen rato mirando el móvil antes de dormir, pensando que de este modo nos cansaremos más y será más fácil dormirnos después y sin saber que en realidad estamos tirando piedras sobre nuestro propio tejado, porque en lugar de beneficiarnos, lo dificulta. 

Mirar el móvil antes de irnos a dormir se ha demostrado que no solo puede reducir la calidad de nuestro sueño, también contribuye a que durmamos menos horas, absorbidos por las redes sociales que nos atrapan. Además, la luz azul que emiten los móviles perjudican nuestro descanso, afectando a los ritmos circadianos. Por suerte, hay algunos trucos que podemos poner en práctica para que no nos afecte. 

Cómo evitar el uso del móvil antes de dormir y mejorar tu descanso

En realidad no existe mejor truco para conseguir dormir sin que nos afecten los efectos del móvil que dejar de utilizarlo un tiempo antes de irnos a la cama. Esto parece sencillo, pero no siempre lo es, no por nada cada vez somos más incapaces de acudir a cualquier lugar sin llevarnos el móvil y consultarlo cada poco tiempo. No obstante, hay algunas formas de conseguir mejorar nuestro descanso reduciendo el uso del teléfono. 

Un truco muy sencillo para evitar mirar el móvil cuando nos vamos a la cama es no tenerlo dentro de la habitación, de esta forma estaremos alejando la tentación. Eso sí, conviene recordar programar el despertador de toda la vida para ello. También podemos marcarnos horarios de uso del móvil, evitando contestar emails o responder mensajes que no sean urgentes a partir de determinada hora para dejar de usar el móvil en las horas previas a acostarnos. 

Si empleábamos el móvil como recurso para dormirnos antes, es una buena idea leer, tanto libros en papel como digitales, porque ellos no tienen esa luz azul que señalábamos antes. Otra buena idea es crear una rutina de sueño específica que sigamos a diario, acostándose a la misma hora más o menos, dándonos una ducha templada antes o haciendo alguna actividad que nos resulte relajante. 

El propio teléfono también nos ofrece opciones que nos ayudan a no emplearlo o a que su uso no nos afecte tanto. Por ejemplo, podemos activar el modo descanso de nuestro teléfono, que nos avisan cuando nos hemos excedido en su uso o a qué horas conviene que dejemos de usarlo. También existe la opción de emplear filtros que aumenten el confort visual, bajando el brillo o activando el modo oscuro, lo que reduce el efecto de las luces sobre nuestro sueño.