El baño es una de esas estancias del hogar que siempre nos gusta tener impoluta por nuestra higiene, en especial el inodoro, más aún después de vivir la pandemia provocada por la covid-19 en la que nos hemos vuelto algo más maniáticos con la limpieza y con el lavado de manos. Eso es algo que deberíamos continuar añadiendo a nuestra rutina porque sí, por mucho que limpiemos los inodoros, tienen sus peligros para la salud, por eso se aconseja mantenerlos con la tapa bajada, especialmente al tirar de la cadena, o eso plantea un estudio publicado en la revista 'Science of the Total Environment'.
El trabajo desarrollado por diferentes investigadores de universidades australianas estudió los peligros no solo de las tapas abiertas de los inodoros, también de los desagües y su papel en la propagación de infecciones y en tener cubos de basura sin tapa en los baños. Teniendo en cuenta que un inodoro puede ser un gran foco de bacterias, los investigadores se basaron en 38 estudios previos de 13 países para investigar la transmisión de enfermedades infecciosas en baños públicos valorando también la situación actual dominada por la covid-19.
En esta revisión de diversos trabajos se ha demostrado el peligro de tirar de la cadena con la tapa del inodoro sin bajar. ¿Por qué? Según explican, al caer el agua pueden llegar a dispersarse gotas hasta a un metro y medio de distancia por la fuerza del agua al tirar de la cisterna. A ello, además, recomiendan utilizar papeleras con tapa para evitar la propagación de bacterias, en especial cuando en aseos públicos se encuentran cercanos a los secadores de manos eléctricos que, con el aire que expulsan, pueden ayudar a su propagación.
No obstante, al analizar desagües y tuberías sí que han detectado que un mal estado de ellos puede aumentar el riesgo de transmisión de enfermedades transmitidas por el aire. Sin embargo, en las conclusiones aclaran que solo se notificaron pocos casos de enfermedades infecciosas relacionadas con la transmisión fecal-oral por estar en contacto con superficies contaminadas.
La evaluación es clara, y simplemente hay que seguir la rutina de limpieza que la mayoría de la población tiene implantada en su día a día. Por una parte, tirar de la cadena con la tapa bajada para evitar que las gotas que salpican puedan llegar a otras zonas del baño y también tener una papelera con tapa.
Por otro, sin duda la higiene es clave. Por ello es primordial el lavado de manos para evitar esa transmisión fecal-oral y, por supuesto, la limpieza y la desinfección rutinaria de las superficies, a lo que también aconsejan que el baño tenga una buena ventilación, ya que según sus resultados reduce la transmisión de enfermedades infecciosas.
La investigación ha valorado la posibilidad de que una persona se contagie de coronavirus en un servicio público (de un bar, restaurante, cine, centro comercial, universidad o centro de trabajo). Erica Donner, una de las autoras del estudio, explicó que si se pasa el tiempo mínimo en el baño no debería haber posibilidades de contagiarse, aunque para ellos hay que seguir ciertos consejos.
En primer lugar, lavarse y secarse bien las manos antes de salir y no sacar el teléfono móvil mientras estamos en el baño, además de no beber ni comer. Si el baño tiene un mantenimiento continuo no debería haber peligro alguno, otra cosa es que si es bastante transitado y la limpieza brilla por su ausencia o no es la adecuada, donde sí hay una leve posibilidad de transmisión de la covid-19 y otras infecciones por las bacterias que se acumulan en sus superficies.