Las enfermedades relacionadas con los genitales son más comunes de lo que creemos aunque se hable poco de ellas. La balanitis es una de ellas, que afecta a muchos hombres y que no es más que una inflamación del glande que en personas no circuncidadas también puede llegar a afectar al prepucio. También se puede referir a una inflamación en el clítoris, pero es poco frecuente que se desarrolle en mujeres. El urólogo será siempre el encargado de diagnosticar la patología, sus causas y el tratamiento idóneo dependiendo de la sintomatología o los agentes que hayan desarrollado la inflamación. Cabe destacar que la higiene es primordial para prevenir esta enfermedad, que es una de las más comunes del pene y a la que deben prestar especial atención los hombres que padecen diabetes.
Las causas para que una balanitis se desarrolle son múltiples, de ahí la importancia de ser diagnosticado por un urólogo que determine la causa exacta para comenzar el tratamiento.
Para acudir al especialista primero deben aparecer ciertos signos que alerten al paciente a acudir a la consulta para una revisión y que el urólogo determine un diagnóstico. Entre los síntomas más relevantes está el sarpullido de tono rojizo que aparece en la punta del pene y que suele ser algo doloroso y molesto. A ello se le suma algo de hinchazón e incluso sensibilidad en la zona. También es normal que aparezca un líquido de tonalidad blanca algo purulento o una fimosis al no poder retirar el prepucio hacia atrás.
Con una exploración suele ser suficiente para el diagnóstico. Aún así, el especialista puede recoger una muestra para analizarla, además de recomendar un análisis de sangre en el que se determine si existe diabetes o alguna enfermedad de transmisión sexual. Además, si resulta ser infecciosa, no se podrán mantener relaciones sexuales durante el periodo de tratamiento y es posible que también se aconseje una exploración a la pareja ante la posibilidad de contagio. Hay que tener en cuenta que la enfermedad puede durar unos pocos días o alargarse y denominarse crónica si dura más de dos semanas.
Por lo general, además del tratamiento específico según el tipo de balanitis que se tenga, los médicos suelen recomendar mantener una buena higiene del pene sin utilizar jabones perfumados, más bien solo agua.
Cuando se produce por bacterias, se suelen recetar antibióticos por vía oral que pueden variar si se trata también de una enfermedad de transmisión sexual y también alguna crema de uso tópico. Este tratamiento en crema suele ser el utilizado para las infecciones relacionadas con hongos, además de que el especialista también podría aconsejar una crema con corticoides.
Como ya comentábamos, la higiene de la zona de los genitales es clave para evitar cualquier tipo de infección. Además, el uso del preservativo es importante para prevenir cualquier tipo de enfermedad de transmisión sexual que pueda complicarse y desembocar también en una balanitis. Hay que tener especial atención a si aparece de forma recurrente y se relaciona con la fimosis puede que sea necesaria la realización de la circuncisión.
La balanitis no es una enfermedad de gran gravedad pero sí puede afectar en gran medida a la calidad de vida de los hombres al impedirles mantener relaciones sexuales durante un tiempo y notar dolores o molestias en el pene. Acudir al urólogo es clave para comenzar el tratamiento cuanto antes y notar los resultados y la mejoría.