La sintomatología de la covid-19 sigue siendo objeto de investigación. Los principales, después de más de un año de pandemia, están más que claros: fiebre, tos, congestión, dolores musculares, pérdida del gusto y el olfato, dificultades respiratorias… Aún así, con el tiempo muchas investigaciones han ido descubriendo nuevos síntomas más raros o que se manifiestan con menor frecuencia o más discreción, como la lengua covid. Diferentes investigaciones, entre ellas una española, han trascendido los efectos de la infección en la cavidad oral, destacando la boca seca.
El estudio español mencionado, que se desarrolló durante la primera ola del coronavirus en el hospital de campaña de IFEMA, estableció que entre los pacientes uno de los síntomas más frecuentes es la boca seca (xerostomía), señalando que la unión del virus a los receptores ACE-2 de las glándulas salivares podría ser la causa de su destrucción, provocando esta afección y favoreciendo su propagación o uno de los síntomas más conocidos: ausencia de gusto. La saliva juega un papel fundamental en la cavidad oral, y algunos han apuntado a que la manifestación de la xerostomía podría ayudar a detectar casos precoces de la covid-19.
¿Por qué la saliva es tan importante? En concreto porque permite el correcto funcionamiento de la boca, pues contribuye la limpieza y la protección de la cavidad, hacer la digestión o hablar, por lo que su déficit, más allá de una boca seca, puede repercutir en una acumulación más concentrada de las bacterias que afectan directamente provocando caries en los dientes o patologías sobre las encías.
La sequedad bucal puede llegar a manifestarse en hasta más de un 50% de los pacientes con coronavirus, llegando a aparecer hasta en 4 días antes que otros síntomas más asociados a la enfermedad o posteriormente junto a ellos. Aún así, la xerostomía, en plena pandemia, no solo puede aparecer debido a la presencia del virus, también como efecto secundario de fármacos para combatirlo o incluso por el uso continuado y recurrente de la mascarilla que, al hacernos respirar más por la cavidad oral que por la nasal, fomenta la sequedad de la boca por el menor flujo de saliva, así que no es un síntoma único de la covid, también de la población general en plena pandemia.
La falta de salivación y, como consecuencia, la boca seca, no solo produce esa sensación de boca pastosa algo desagradable, también puede provocar la inflamación de las mucosas, halitosis, correr más riesgo de contraer otras infecciones bucales o afectar a la parte externa provocando fisuras en los labios.
En todo caso, con tratamiento y productos que incrementen la secreción de saliva o permitan la hidratación de la cavidad y su producción natural, la xerostomía puede ir desapareciendo progresivamente hasta volver a la normalidad.