Si el confinamiento nos dio algo bueno fue la pasión por la lectura que, dos años después, se mantiene. El 67,9% de la población española lee libros, y un 64,4% lee por ocio, según los datos anuales del Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España en 2021. Se convierte así en uno de los hobbies compartidos por más personas tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.
Mejora la concentración, la imaginación, favorece la curiosidad, ayuda a prevenir el estrés… sus beneficios son muchos y variados. Sin embargo, en muchos casos, la lectura, a medida que cumplimos años, suele disminuir en aquellas personas que tienen problemas de vista. De la mano de los especialistas de Clínica Baviera, te damos algunos consejos para seguir leyendo y prestando especial atención a nuestra salud visual.
Uno de los consejos más repetido es el descanso. Descansar y mirar a un objeto lejano para evitar la fatiga ocular, reduce las posibilidades de general problemas como el aumento de la miopía. La regla del 20-20-20 consiste en descansar 20 segundos por cada 20 minutos de lectura mirando a una distancia de 20 pies (6 metros). Es importante relajar los ojos y apartar la mirada del esfuerzo ocular que requiere en muchos casos la lectura.
Está demostrado que cuando leemos no parpadeamos lo suficiente, lo que puede derivar en sequedad ocular, algo que puede resultar bastante molesto. Para paliar este efecto secundario, es recomendable utilizar colirios o lágrimas artificiales para mantener los ojos limpios e hidratados.
Es importante leer en un espacio bien iluminado. Lo ideal es poder contar con una luz natural que nos permita leer sin problemas, pero en caso contrario, es recomendable que la luz artificial utilizada no impacte directamente en nuestros ojos sino en el libro y evitar las sombras, además de una luz cenital. En el caso de los libros electrónicos, es importante ajustar la luz de la pantalla. Poder leer con claridad es primordial para no forzar la vista y evitar el sobreesfuerzo por intentar enfocar demasiado.
No importa si leemos en formato tradicional, tablet u ordenador. Es importante mantener una distancia adecuada para evitar molestias en la superficie ocular. Se recomienda guardar una distancia de unos 40 centímetros entre nuestros ojos y el libro o dispositivo utilizado, sobre todo entre los más pequeños. Está demostrado que los niños son los que se acercan más los dispositivos a los ojos y es una costumbre que se debe corregir desde edades tempranas.
Otro detalle al que hay que prestar atención es la postura que adquirimos cuando leemos. Es importante que el dispositivo esté colocado debajo del eje visual por eso no es recomendable leer tumbado o con el libro muy elevado. Cuando nuestro material de lectura está en la posición correcta y nuestra mirada se dirige hacia abajo, el párpado cubre gran parte de la superficie ocular evitando irritaciones en estructuras como la córnea.
Es importante revisar de manera periódica la vista desde edades tempranas ya que, a la hora de leer o de estudiar pueden aparecer síntomas como sequedad, fatiga ocular o visión borrosa. Visitar a tu médico oftalmólogo será determinante para hacer una valoración de tu salud visual y así prevenir la aparición de futuros problemas.