No solo el olfato: El coronavirus también reduce la materia gris del cerebro
Un experimento de la universidad de Oxford revela que los pacientes de coronavirus tienen comprometido el sentido del olfato, aunque hayan superado la enfermedad
También acusan cierto deterioro cognitivo, les cuesta más concentrarse y realizar tareas complejas.
Aún no se sabe si estas secuelas son temporales o irreversibles
Los infectados por coronavirus presentan cambios en el cerebro respecto a las personas que han logrado escapar del virus. Así lo afirma un estudio de la universidad de Oxford publicado en la revista Nature. El estudio consistió en hacer una prueba de doble escáner, antes y después de la pandemia. El resultado muestra que el descenso de materia gris es habitual sobre todo en las áreas relacionadas con el olfato. Es algo significativo, ya que en la primera variante de Covid uno de los síntomas más habituales de la enfermedad era la anosmia o la falta de olfato.
Coronavirus y problemas neurológicos
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Muchos estudios señalan una relación entre el coronavirus con problemas neurológicos. Entre los síntomas más comunes, aparte de los respiratorios o los relacionados con el olfato, también están la llamada 'niebla mental', la sensación de torpeza que nos impide realizar ciertas tareas o concentrarnos. Otro experimento de la universidad de Oxford ha analizado las imágenes cerebrales de 800 británicos en distintos momentos de la pandemia en los que los implicados pasaron Covid en alguna fase.
Una vez comparadas las imágenes, lo que se demuestra es que los infectados tenía mayor pérdida de materia gris y más alteraciones en los tejidos cerebrales, respecto a los no contagiados. En cuanto al volumen global cerebral, hubo una pérdida adicional de un 0,3% entre los participantes infectados, alcanzando el 2% en algunos casos. De nuevo, el deterioro era comparativamente superior cuanto más edad tenía el sujeto.
Pérdida cognitiva
Las personas que participaron en el experimento también tuvieron que realizar una serie de test cognitivos similares a los empleados para detectar enfermedades neurodegenerativas o traumas cerebrales. Las personas que habían padecido Covid superaron casi todos los exámenes, pero mostraron una mayor dificultad para llevar a cabo tareas complejas.
Los autores del estudio no saben qué es lo que en realidad provoca estas secuelas. Una explicación sería la acción directa del coronavirus sobre el sistema nervioso central. La segunda tendría que ver con la inflamación que acompaña a la respuesta inmune. La tercera es la más novedosa: se sabe que el virus se propaga por la mucosa olfativa, en la parte interior de la nariz, eliminando tanto neuronas olfativas como células de sostén. Esto provocaría la pérdida de olfato y una atrofia del circuito cerebral encargado de procesar los olores. La ciencia sabe desde hace tiempo que la pérdida de algún sentido provoca alteraciones en la parte del cerebro relacionada.
La buena noticia es que ahora también se sabe que el cerebro tiene la capacidad de renovar sus neuronas hasta edades avanzadas, lo que supondría una puerta a la recuperación de algunas facultades perdidas.