La mente sigue siendo misteriosa y difícil de explorar. A veces nos conduce a situaciones de las que nos vemos incapaces de salir. Nos hunde en un pozo sin fondo hasta que algo o alguien nos da fuerzas para pedir ayuda. En Uppers queríamos saber qué es la depresión y también cómo identificar los síntomas de una depresión.
La realidad es que se trata de una enfermedad mental que afecta a millones de personas en todo el mundo, a nosotros mismos, a familiares y amigos e incluso a personas públicas que creíamos profundamente felices. Además de desgranar esta enfermedad vamos a recordar qué famosos han tenido depresión, quiénes han reconocido que alguna vez han desaparecido hasta recuperar sus energías.
La Confederación de Salud Mental España apunta que el 6,7% de la población sufre depresión y ansiedad. Otro dato que aporta muy significativo es que uno de cada cuatro españoles tiene o tendrá algún síntoma en su vida.
Porque una cosa es sentir tristeza en ciertas ocasiones por un motivo concreto o sin razones aparentes y otra es sumirse en una profunda tristeza o desesperación que se alarga en el tiempo. Según la Asociación Americana de la Psicología, esta situación “interfiere con las actividades de la vida cotidiana e incluso provoca dolores físicos. Afortunadamente, la depresión, el trastorno depresivo mayor o la depresión clínica tiene grandes posibilidades de tratamiento eficaz”.
La depresión llega cuando se combinan una serie de factores genéticos, biológicos, psicológicos, sociales o ambientales. Determinadas personas con familiares que ya la han padecido o que se tienen que enfrentar a enfermedades severas del corazón o al cáncer están más expuestas.
La misma pandemia, el confinamiento, la separación forzosa de seres queridos, la prohibición de realizar actividades que nos hacían sentir bien, un cambio importante en nuestras vidas, el nacimiento de un hijo, su marcha cuando se hacen independientes, un despido laboral, un trauma, el estrés… cualquiera de estas situaciones puede provocar un episodio de depresión. Sin embargo, puede producirse sin una causa externa obvia.
La Asociación Americana de la Psicología agrupa los síntomas o las señales que podrían hacer que seamos conscientes de que nos encontramos ante una depresión. Son las siguientes:
Todos estos síntomas pueden darse a la vez o que se padezca tan solo algunos de ellos. Lo importante, según la Asociación Americana es que “la depresión no es una señal de debilidad, tiene un tratamiento profesional pero no implica una recuperación repentina” porque requiere un tiempo de trabajo con un profesional que consigue que el paciente se sienta mejor.
La psicoterapia es efectiva, ya que logra un efecto duradero “que protege al paciente contra el retorno de los síntomas, incluso después de concluir el tratamiento”, avanza la Asociación. Ante una depresión leve o moderada los especialistas, gracias a la psicoterapia, ayudan a los pacientes a definir qué desencadena esa situación para buscar formas de transformarla, aceptarla o adaptarse, así como destrezas para hacer frente a los síntomas. Además, enseñan a crear objetivos realistas de futuro o a identificar pensamientos distorsionados y conductas poco útiles que contribuyen a la desesperanza y a la depresión.
Muchos rostros conocidos han ido desvelando a la opinión pública sus patologías para normalizar la situación y que en todos los ámbitos se reconozca, se entienda y se trate esta enfermedad mental. Un ejemplo fue el de la campeona olímpica Simone Biles de 24 años, que en los últimos Juegos Olímpicos en Tokio, declaró ante la prensa su intención de parar debido a sus “demonios mentales".
Actrices admiradas internacionalmente como Catherine Zeta-Jones, con 52 años, tiene un trastorno bipolar que ha provocado su ingreso en centros especializados en varias ocasiones desde 2011 cuando obtuvo un diagnóstico oficial. La cantante Mariah Carey, de la misma edad que la actriz, también tiene que ser tratada por un trastorno bipolar. Britney Spears alcanzó una fama de tal envergadura que tras convertirse en madre no supo afrontar el día a día y cayó en una profunda depresión. Con 46 años, el actor Leonardo DiCaprio y el futbolista David Beckham acusan obsesiones y manías. El segundo necesita tenerlo todo ordenado por pares y en línea recta.
En España, uno de nuestros mejores futbolistas, Andrés Iniesta, de 37 años, entró en una fuerte depresión al fallecer en 2009 su amigo y compañero de profesión Daniel Jarque. La enfermedad se agravó al verse lesionado y sin jugar en varias ocasiones. La cantante Pastora Soler, con 43 años, tuvo que dejar de actuar en público durante dos años por pánico escénico. El actor Alfonso Bassave, de 41 años, se culpabilizaba porque no lo contrataban, y el argentino Ignacio Serricchio, dos años más joven, tuvo que enfrentarse al suicidio de su hermano pequeño Alejandro.