Era un deseo de gran parte de la sociedad española: el fin de la obligatoriedad de las mascarillas en interiores. Ya son casi 10 días desde que la norma entró en vigor, justo después de la Semana Santa. Mientras que muchos creían que era el momento de hacerlo, otros expertos pedían cautela, especialmente en mayores de 60 años y personas de riesgo. Aunque es pronto para medir el imparto de la medida, la incidencia acumulada no para de subir y algunos expertos ya hablan de la séptima ola. ¿Estamos ya ante ella o está al llegar?
El epidemiólogo Oriol Mitjà ha sido uno de los que ha lanzado un mensaje de alerta a los ciudadanos: "es el principio de la séptima ola". En sus redes sociales ha anunciado que se ha contagiado de covid firmando libros en Sant Jordi a pesar de ir "con la FFP2". Además, el experto ha indicado que en breve se comenzará a ver un incremento "de la incidencia, hospitalizaciones y muertes" ante la posible pérdida de inmunidad y la aparición de nuevas variantes que pueden ser más transmisibles, todo ello, además, con el efecto fin de Semana Santa unido al fin de las mascarillas.
Con el fin de la obligación del uso de mascarillas en interiores, los expertos recomendaban a los mayores de 60 años y enfermos crónicos seguir utilizándola en interiores, sobre todo en aquellos lugares muy cerrados y que cuentan con poca ventilación. También deben llevarla los que crean que pueden tener algún síntoma compatible con el virus. En todo caso, la mayoría de los españoles cuenta con inmunidad, ya sea por la vacuna o por haber pasado el virus en algún momento, y en la mayoría de los casos es suficiente para que, en caso de contagio, la infección no sea grave. No obstante, destacan que esto no siempre es así y en algunos casos, pese a tener inmunidad, el virus puede pasarse de forma grave.
Por eso es importante seguir protegiéndose si se tiene algún tipo de vulnerabilidad ante la covid-19, ya sea por la edad o por tener patologías previas. De esta manera, se apela a la responsabilidad individual. Que no haya obligación no quiere decir que no haya que llevar la mascarilla sí así te sientes más seguro ante situaciones en las que crees que tienes riesgo de contagio de no llevarla puesta.
Si decides ponerte la mascarilla, ¿cuál es la más recomendable ahora que el resto se la ha quitado? En estos casos, la FPP2 sería la más indicada, ya que permite que no te contagies si alguien de tu alrededor es portador del virus a la vez que si eres tú el contagiado reduce las posibilidades de contagiar al resto de personas.
Los últimos datos ponen el ojo en los mayores de 60 años. La incidencia acumulada a 14 días ya está por encima de los 600 casos por cada 100.000 habitantes en este grupo de edad, con Navarra, Asturias o Galicia con la incidencia por encima de los 1.000 casos y en riesgo muy alto. Por eso mismo, hay comunidades, como Asturias, que aconsejan directamente que toda la población siga utilizando la mascarilla en espacios cerrados para contener el virus.
En el último mes, además, las residencias de mayores, donde es obligatorio que se siga utilizando la mascarilla, también han sufrido un aumento en lo que respecta al número de contagios. Cantabria, por ejemplo, ha tenido un macrobrote de más de 200 casos en tres de los centros de la región. Debido a esto, ya son muchos los profesionales sanitarios, los últimos los de Andalucía, los que piden la cuarta dosis de la vacuna para mayores de 80 años.