Si tienes a una persona mayor a tu cuidado, debes saber que la Ley de Dependencia establece una serie de prestaciones económicas y servicios a los que tienes derecho. Este año, y según el grado de dependencia de la persona atendida, las prestaciones por cuidados no profesionales van de los 150 a los 430 euros mensuales; para el servicio de ayuda a domicilio puedes obtener hasta 570 euros al mes, y para el pago de una residencia, la administración pone de media 500 euros.
Si necesitas alguno de estos recursos tienes que pedirlo, y comenzar una travesía burocrática de más de un año de media hasta que finalmente recibas la prestación o el servicio, según los últimos datos del Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia recogidos por el Observatorio de la Dependencia.
Para recibir alguno de los recursos que ofrece la ley de Dependencia primero tienes que solicitarlo, presencialmente o por internet. Los servicios Sociales responsables valorarán el tipo de dependencia de tu familiar: Grado I, leve; Grado II, moderada; y Grado III, grave. También deben hacer un Plan Individualizado de Atención, PIA, que prescribe la prestación económica o servicio más adecuado al interesado.
Si la persona que necesita cuidados todavía vive en un domicilio, el suyo u otro, puede pedir la prestación económica por cuidados no profesionales en el hogar.
Es una prestación económica para los familiares que cuidan de forma no profesional dentro del domicilio, generalmente el cónyuge, o una hija o hijo. Se la conoce como la paga del cuidador. Actualmente reciben esta prestación cerca de 500.000 personas, siendo el recurso más utilizado de la ley de Dependencia. Generalmente debes garantizar que has estado cuidando a tu familiar durante más de un año, y en muchas CCAA también piden que residas en el domicilio con tu familiar.
Una vez concedida la prestación, (recuerda que los trámites duran más de un año), el importe medio mensual de la paga del cuidador es de 236,54 euros. La cantidad varía, porque las prestaciones son distintas dependiendo de la CCAA donde residas. Como promedio, si tu familiar tiene una dependencia leve, Grado I, la prestación que recibirá será de 138,4 euros al mes; si tiene una dependencia moderada, Grado II, tendrá derecho a 241 euros al mes; y si es dependiente severo, Grado III, la media en España es de 334 euros al mes. La prestación se la conceden a la persona dependiente, y es ella quién la cobra.
Si no estás dado de alta en ningún Régimen de la Seguridad Social, o en desempleo, puedes suscribir el convenio especial para cuidadoras no profesionales, por el que la Administración sigue cotizando por ti de cara a la jubilación.
Si lo que prescribe el PIA son servicios profesionales, bien de ayuda a domicilio, o un centro de día o una residencia, existe la prestación económica que aporta una cantidad de la factura total de los servicios asignados, en función de la renta del interesado.
La aportación media de la administración para ayuda a domicilio de una persona Grado III, o gran dependiente, es de 557 euros y 70 horas al mes, algo más de dos horas al día. Para un dependiente de Grado II, la prestación es de 344 euros y 37 horas al mes, poco más de una hora al día. Por último, para un dependiente leve, Grado I, la prestación es de 218 euros al mes y una intensidad media de 20,6 horas, menos de una hora al día.
La prestación vinculada al servicio de centro de día tiene un promedio de 213 euros al mes para los Grado I; 335 euros al mes para los Grado II y 458 euros al mes para los valorados con Grado III.
Por último, si lo que necesita tu familiar es una residencia, la prestación media que aporta el Estado este año es de 465 euros al mes para los dependientes leves; 480 euros al mes para los moderados y 540 euros al mes para los dependientes severos.
Desde la Asociación de Directores Gerentes de Servicios Sociales se denuncia que el precio final de una residencia fácilmente triplica ese importe, por lo que gran parte de los cuidados siguen estando pagados por los ciudadanos.
Todas las prestaciones de la ley de Dependencia están exentas de tributación, así que no hay que incluirlas como ingreso en la Declaración de la Renta.
A la hora de solicitar prestaciones ármate de paciencia. Por normativa, el plazo máximo para resolver un expediente administrativo se sitúa en seis meses, pero la realidad es que ese periodo se supera ampliamente en la mayoría de los casos. Es un proceso largo y trabajoso que puede llevar desde dos meses, si vives en Castilla y León, hasta más de 4 años si vives en Canarias o Andalucía.
En 2021, 46.300 personas fallecieron en la lista de espera, sin ser atendidas. Y según los últimos datos hay casi 200.000 personas en el limbo de la dependencia, es decir, en el desierto administrativo que debes atravesar desde que se inicia la solicitud hasta que recibes finalmente la prestación o servicio.