'Healthy aging' o cómo envejecer de manera saludable y con estilo
Todos sabemos que llegaremos a ancianos tarde o temprano, pero ¿nos planteamos en qué estado de salud envejeceremos o queremos envejecer?
La calidad de vida que tengamos durante la infancia y la edad adulta va a jugar un papel importante en nuestra salud en la llamada tercera edad.
El envejecer es un proceso natural a lo largo del ciclo de la vida. Todo organismo vivo nace y muere. Sin embargo, encontramos una paradoja en lo referido a esta evolución natural. Las etapas de la infancia, adolescencia y juventud se asocian al crecimiento personal; la de la edad adulta al fin o conclusión de este desarrollo; mientras, la vejez se relaciona con el declive o deterioro del funcionamiento físico, incluso moral.
Los años que tenemos no son la condición adecuada para determinar que una persona es vieja. Los geriatras han desarrollado otra forma de medición, la denominada edad funcional, que analiza el ejercicio de nuestro organismo desde una perspectiva biológica, psicológica y social para determinar cuán viejos somos.
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Es decir, estudia cómo funciona nuestro sistema de arterias, el estado de los músculos y los tejidos; cómo razonamos, sentimos, emocionamos y nos relacionamos con los demás y cómo nos implicamos en la vida. Así, vemos que hay personas que envejecen de distintas maneras. Dos personas mayores (por ejemplo de setenta años) tomadas al azar, divergen mucho más entre sí que dos niños, dos adolescentes o dos adultos jóvenes. Esto nos indica que es en el período de la vejez cuando se diferencian, más que en cualquier otra etapa de la vida.
El lograr envejecer bien depende hasta un 75% de nuestros hábitos y de las oportunidades que nos brinde nuestro entorno social. Envejecer bien lo logramos con cuatro fundamentos clave:
- Buena salud y ajuste físico.
- Funcionamiento intelectual.
- Afecto y compromiso.
- Afecto y control.
El envejecimiento saludable se define como el proceso de optimizar las oportunidades de salud física, mental y social que permiten a la gente mayor participar activamente en la sociedad, sin padecer discriminación y gozar de una calidad de vida buena e independiente.
10 consejos para prepararte para una vejez saludable
- Aliméntate bien. Una dieta variada y equilibrada es fundamental. Las frutas y las verduras son nuestros mejores aliados. Por el contrario los alimentos grasos y el azúcar, deben tomarse con moderación.
- Cuida de tu cuerpo. Hacerse chequeos médicos periódicos es importante para un mantenimiento óptimo de la salud, como también para poder detectar a tiempo posibles irregularidades.
- Cuida de tu mente. Sé activo mentalmente, evita en la mayor medida posible situaciones de estrés, o en todo caso aprende a controlarlas. Ten una actitud positiva y optimista frente a la vida.
- Evita riesgos. El tabaco y el consumo abusivo de alcohol claramente no juegan a tu favor, reduce su consumo o elimínalo completamente.
- Sigue aprendiendo. No pierdas nunca la curiosidad. Lee libros o revistas, participar en debates o incluso puedes aprender a utilizar internet o iniciarte en las redes sociales.
- Ejercicio físico. Realizar actividad física de forma moderada y de manera constante favorecerá nuestra movilidad a largo plazo. Los paseos diarios son una de las mejores actividades, siempre respetando la capacidad de cada uno.
- Cuidar la casa y adaptarla. De la misma manera que realizamos cambios en casa con la llegada de un bebé, con la llegada de la vejez también podemos realizar pequeños cambios en casa. Cambiar la bañera por un plato de ducha o adaptar las alturas de electrodomésticos como la lavadora puede prevenir lesiones musculares por malas posturas.
- Relacionarse. Salir de casa, relacionarse, informarse, conocer cosas y personas nuevas ampliará nuestro círculo social. Visitar museos, ir al teatro o salir a cenar te ayudará a tener una actitud positiva y a tener aspiraciones.
- Aceptar y disfrutar del puesto que se ocupa en la familia. Si tus hijos ya son mayores o estás jubilado, aprovéchalo. Ya no tienes que estar pendiente de todo, disfruta de este merecido descanso y aprovecha para hacer esa cosa que siempre has querido hacer.
- Aceptar el envejecimiento y disfrutarlo. Sé realista, ya no tienes 20 años, pero esto no significa que no puedas disfrutar. La vejez es un escalón más en la vida donde la experiencia y la sabiduría afloran, acepta este nuevo rol e intenta sacarle el máximo partido.
Lo primordial es no dejarse llevar por la corriente negativa que comúnmente se asocia con la edad. El envejecimiento no es una suma de enfermedades. Lograr un envejecimiento saludable es responsabilidad de cada persona. Todos debemos ser conscientes de que hay una posibilidad alta de sobrepasar los 80 años de edad y de nosotros depende con qué salud queremos llegar a dicha edad.