22 de febrero de 2021. En plena tercera ola de la pandemia de coronavirus, la periodista Julia Otero (62 años), locutora de radio imprescindible en nuestro país y conductora de 'Julia en la Onda', de Onda Cero, anuncia una información que hiela a los oyentes. "En un control rutinario, de esos que todos tenemos que hacer cuando nos toca, llegó la sorpresa. En un rinconcito aparecieron unos centímetros de células egoístas (...). La palabra cáncer da miedo, pero estoy aprendiendo a pronunciarla". Ahora, seis meses después de aquel monólogo en el que confirmaba un retiro radiofónico provisional para recuperarse, Otero ha anunciado que regresa, también de forma temporal, a los micrófonos para volver a conducir su magacín informativo.
Con el paso de los días, se supo que la periodista, que no especificó en el momento ni el alcance de la enfermedad ni la zona afectada, sufría cáncer de colon. Una afección ciertamente común en nuestro país: según estimaciones del Observatorio del Cáncer de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), se trata del segundo tumor más frecuente en las mujeres tras el de mama y el segundo en los varones tras el de próstata. Hace dos días, tras su recuperación, Otero publicó en sus redes sociales un mensaje de agradecimiento a los seguidores que recibieron con alegría su regreso a la radio, habiendo acabado "el largo y duro tratamiento" pero siendo consciente que todavía se encuentra "en tránsito" para terminar con el tumor.
En ese arduo camino que es la recuperación de un cáncer de colon, los pacientes suelen utilizar, en los últimos años, un dispositivo que se está convirtiendo en la mano derecha de aquellos que, por desgracia, sufren esta enfermedad. Se llama Port-A-Cath y se ha convertido en un verdadero imprescindible. Te contamos para qué sirve, cómo es y de qué está compuesto.
Según el centro médico MD Anderson, especializado en el tratamiento contra diferentes tipos de cáncer, se trata de un reservorio que se coloca debajo de la piel, "generalmente en un lugar conveniente y discreto del tórax o del brazo", y que se enlaza directamente con el torrente sanguíneo a través de un catéter, que es un tubo delgado de plástico para drenar líquidos.
Se trata de un dispositivo que consta de tres partes irreemplazables, a través de las cuales se pueden hacer llegar los medicamentos de una forma sencilla.
Antes de comentar su utilidad, es necesario aclarar que, según el centro médico, es necesario un procedimiento quirúrgico en el que se introduce dentro del cuerpo un extremo del tubo delgado en una vena, mientras que el otro va directamente conectado al portal, colocado completamente debajo de la piel.
Una vez el dispositivo está instalado, sirve como 'tubería' para aligerar la ingesta de medicamentos. De esta forma, a través de pinchazos con agujas especiales, el paciente recibe el tratamiento de una forma sencilla y poco invasiva, llegando directamente al torrente sanguíneo.