Seguro que, a estas alturas, ya habrás sufrido en algún momento de tu vida una lumbalgia. Sí, ya sabes, ese dolor en la zona baja de la espalda, entre el final de las costillas y los glúteos, que se queda ahí molestando durante unos cuantos días. No te preocupes, no estás solo: se calcula que el 85% de la población sufrirá a lo largo de la vida un episodio de esta dolencia. Pero hay soluciones.
El dolor lumbar afecta a uno de cada cinco españoles. Según los datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social recogidos en los Principales Datos del Sistema Nacional de Salud, el 19% de los españoles se acuesta cada noche con dolor lumbar, convirtiéndose así en el segundo problema crónico de salud, solo por detrás de la hipertensión (20%). De ellos, el el 23,5% son mujeres y el 15,8% son hombres, como indica el Instituto Nacional de Estadística (INE) en la Encuesta Nacional de Salud.
Además, supone un problema económico latente, ya que la principal causa de bajas laborales en España está relacionada con los dolores de espalda, con un 15,41% de incidencia, según el Observatorio de Empresa Saludable de España. Pero, ¿por qué está tan extendida?
Sedentarismo, malas posturas corporales, exceso de trabajo, aumento del estrés… Las causas de la lumbalgia pueden ser tantas como infinitas, pero para el fisioterapeuta de Fisiotime, Pablo Gil, los motivos por los cuales puedes sufrir esta dolencia están claros y se pueden dividir en cuatro grupos:
1.- Traumáticas: aquellas que se producen por un traumatismo directo en la zona lumbosacra o glútea.
2.- Mecánicas: cuando hay un sobreesfuerzo o gesto repetitivo en el que la postura corporal no es la más adecuada como, por ejemplo, al cargar peso de una manera inadecuada.
3.- Reumatoideo: por degeneración a nivel articular, donde la causa más común es la esponlondiloartrosis, un tipo de artrosis que afecta a la columna vertebral.
4.- Discal: se produce cuando hay una protusión o herniación del disco intervertebral que imita la raíz nerviosa produciendo neuropatía (ciática, cruralgia...).
Si has sufrido de lumbalgia, los síntomas ya te los sabes, pero si eres de ese 15% que aún no lo ha sufrido o, directamente, quieres aprender a detectarlo mejor, has de saber que se presenta de repente y sentirás un dolor punzante en la parte baja de la espalda.
"El dolor suele referirse o irradiarse hacia la zona glútea produciendo parestesias incluso a nivel inferior. También puede aparecer un dolor en cinturón de la zona media de la espalda, muy incapacitante, ya que el paciente tendrá muchas dificultades para sentarse, levantarse, salir o entrar en el coche", explica el especialista.
Si el dolor se irradia hasta los miembros inferiores, es posible que estén afectados los nervios ciático o crural, aunque siempre hay que hacer un diagnóstico diferencial. En estos casos es recomendable la realización de una prueba de imagen que confirme el diagnóstico.
Para prevenir la llegada de la temida lumbalgia puedes tomar determinadas precauciones en tu día a día. La Sociedad Española de Reumatología (SER), en colaboración con el Dr. Andrés Ariza, reumatólogo del Hospital General de Ciudad Real, ha hecho pública una serie de recomendaciones para evitar la lumbalgia. Toma nota:
1.- Peso corporal adecuado: cuanto menos sobrepeso, menor esfuerzo tendrán que hacer las vértebras para aguantarlo. Puedes calcular cuál es tu peso ideal con la fórmula del Índice de Masa Corporal: el peso en kilos dividido por la estatura en metros al cuadrado. Un IMC de más de 25 se considera sobrepeso, mientras que un peso normal estaría entre 18,5 y 24,9.
2.- Ojo con el colchón y la postura al dormir: según la Sociedad Española de Reumatología, lo mejor es dormir sobre un colchón que tenga una consistencia firme pero que no sea duro como una roca. Además, también recomienda no dormir boca abajo, ya que modifica la curvatura de la región lumbar.
3.- Cuida de tu postura: algunas acciones tan sencillas como coger peso del suelo pueden desembocar en una lumbalgia si no se realiza adecuadamente.
Tampoco ayuda el conducir durante mucho tiempo sin que la espalda esté tocando el respaldo del asiento, no apoyar la espalda mientras se está trabajando sentado o estar mucho tiempo de pie realizando una actividad, como cortar el pelo, planchar o ejercer de camarero.
4.- No fumes y evita el estrés: posiblemente, una cosa vaya ligada a la otra, pero lo ideal para no tener lumbalgia es que no pruebes el tabaco, ya que disminuye el calibre de los vasos sanguíneos y, por tanto, le llega menos oxígeno a los músculos. En cuanto al estrés, aumenta la tensión sobre la musculatura y puede ayudar a empeorar el dolor.
5.- Realizar ejercicio: una vez el dolor ya ha sido mitigado, la mejor solución suele ser el realizar ejercicios de estabilización lumbosacra, donde se activa toda la musculatura lumbar y también el suelo pélvico… Esto crea una faja natural que permite una estabilización muscular dentro de la zona afectada para evitar problemas posteriores.