¿Pensabas que la incontinencia urinaria era solo cosa de mujeres? Pues quítate esa idea la cabeza, porque uno de cada cuatro hombres reconoce que padece o ha padecido pérdidas de orina en algún momento. Seguro que afecta a más gente de la que pensabas. Esta dolencia es uno de esos temas tabú de los que cuesta hablar en público e incluso hay a quienes les da vergüenza acudir al médico para buscar una solución. Pero teniendo en cuenta que es una de las principales enfermedades que causan un pérdida de la calidad de vida del afectado, es importante tratarlo. Así que no te lo pienses, acude al médico.
La incontinencia urinaria no es otra cosa que la pérdida de orina involuntaria, que es distinta en cada persona, en unos son unas simples gotas, pero en otros las pérdidas son mayores. Las causas en los hombres pueden variar. Uno de los casos puede ser por problemas en la próstata, pero también por infecciones en el tracto urinario. Además, las personas que tienen sobrepeso son más propensas a tener estas pérdidas, al igual que aquellos que padecen diabetes o enfermedades neurodegenerativas, como por ejemplo las personas que sufren alzhéimer. Y por supuesto, la edad. Con el tiempo llega la andropausia, los cambios hormonales y el deterioro del esfínter que controla el flujo de la orina.
Cada uno puede sufrir la incontinencia de forma distinta. Una de las más comunes y más graves es la incontinencia de urgencia o también conocida como vejiga hiperactiva, tienes tantas ganas de orinar que lo más probable es que no llegues al baño. Y no tiene nada que ver con que tu vejiga esté llena, puede que tengas una pequeña cantidad y aún así te ocurra. Luego está la incontinencia de esfuerzo. Puede que reírte, más que felicidad, te traiga algún que otro disgusto, al igual que cuando estornudas o cambias de posición mientras estás sentado en el sofá. El esfínter puede estar débil y, sorpresa, pérdidas de orina.
También está la incontinencia por rebosamiento. Sientes la necesidad de orinar en el momento, pero cuando acudes al baño solo expulsas una pequeña cantidad por una obstrucción del flujo. Con esto puede ocurrir el goteo después de orinar, aunque hayas sacudido el pene para echar las ultimas gotas, puede que se haya quedado algo en el conducto, por lo que la vejiga no se ha vaciado por completo y se producen pequeñas pérdidas.
Si las mujeres acuden con asiduidad al ginecólogo, tu debes hacer lo mismo con el urólogo, y más a partir de cierta edad. Este especialista no solo trata patologías relacionadas con la sexualidad, sino también tus pérdidas de orina. Es importante su ayuda, pues las pérdidas de orina afectan directamente a tu día a día. Es probable que aquellos que las sufren descansen peor por la noches, pues las ganas de orinar no les permiten tener un sueño profundo, o incluso suponga un problema en la vida sexual del afectado, así como en su propio trabajo, en el que puede provocar incomodidad.
Uno de los principales tratamientos es hacer los llamados ejercicios Kegel que ayudan a fortalecer el suelo pélvico, los músculos que conforman la pelvis. Es cierto que el suelo pélvico de los hombres es mucho más estable que el de las mujeres, pero aún así también se desgasta. Realizar estos ejercicios pueden ayudar a reducir o incluso controlar las pérdidas de orina.
Luego hay unas ciertas indicaciones para mantener una vida saludable. Como la obesidad es un factor de riesgo, es mejor mantenerse en un peso saludable, con una alimentación sana y realizando algo de ejercicio. También es recomendable reducir el consumo de bebidas alcohólicas, con cafeína, o las que son efervescentes. Además de estás recomendaciones que el especialista te hará, también puede, después del diagnóstico, recetarte un tratamiento ante la incontinencia urinaria, como medicamentos por vía oral.
Por su parte, pueden recomendar el uso de un catéter que permita al paciente el drenaje de la orina. Y si no lo sabías, existen una especie de compresas para hombres que no se perciben a simple vista bajo la ropa y que son bastante cómodas, por lo que a aquellos que sufren goteos, pequeñas pérdidas de orina, pueden ser perfectas. Por último está la cirugía, pero los profesionales se la suelen reservar cuando los tratamientos previos han fracasado. En estos casos, el urólogo valorará que tipo de cirugía es mejor y más efectiva para el tratamiento de cada incontinencia urinaria.