"Aunque la vacunación avance, las medidas restrictivas seguirán ahí". Es una de las frases que llevamos meses escuchando y que, inevitablemente va unida a la famosa inmunidad de rebaño que, según las afirmaciones de Sanidad, llegará en verano pese a que el ritmo de inoculación no esté siendo el esperado. Una de las razones por las que las restricciones continuarán es por un tema que preocupa especialmente a los expertos y es el denominado punto ciego. Te explicamos qué es y qué se sabe, hasta el momento, de él.
Las investigaciones avanzan según pasan las semanas. Los científicos que trabajan en AstraZeneca y Oxford han publicado los resultados sobre su vacuna y pese a ser muy esperanzadores para grupos determinados de población, en nuestro país no se va a suministrar a mayores de 55 años, hay una duda que no resuelven: si los vacunados, asintomáticos, pueden seguir transmitiendo el virus sin saberlo. Es lo que se denomina punto ciego y hasta que no haya estudios realizados a personas ya inmunizadas, no se podrá saber con exactitud.
Con los datos que tenemos, sabemos que solo el 1% de los reinfectados grupal que tanto se anhela. El principal problema que se encuentra es que, por el momento, ninguna de las vacunas que están aprobadas o en fase de hacerlo impiden el contagio, sino que todos los esfuerzos se centran en paliar los síntomas, es decir, en convertir a aquellos que lo contraen en asintomáticos.
El problema de las vacunas de este tipo, que son de similares características a las de la gripe, es que no frena la circulación del virus, solo el daño que este pueda hacer en la sociedad. Es decir, que todo aquel que no esté vacunado no está mas seguro por acercarse a alguien que sí que lo está y de ahí que la utilización de mascarillas, gel hidroalcohólico y medidas de distanciamiento sociales serán necesarias prácticamente hasta que el 100% de la población se haya puesto ambas inyecciones.
Es lo que ocurre en Israel. Pese a que los contagios en mayores de 60 años han caído significativamente desde que comenzó el inicio de la campaña y que el 50% de la población mayor de esta edad ya está inmunizada, las medidas de prevención siguen estando presentes. Sin embargo, los datos son esperanzadores. Los casos, en este rango, han caído un 35%, las hospitalizaciones un 30% y los casos críticos, un 20%.
Un grupo de científicos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos han publicado un estudio que muestra que los asintomáticos de coronavirus transmiten el virus pero que no son tan contagiosos como los que sí desarrollan síntomas, exactamente contagian un 25% menos, pero son los responsables de más de la mitad de nuevos casos positivos.
Actualmente en nuestro país, cerca del 40% de la población no desarrolla ningún tipo de síntomas o algunos muy leves al contraer la enfermedad, esto complica todavía más la capacidad de controlar los contagios. Otro problema añadido al que comentábamos al principio y que hace especialmente importante que durante los próximos meses no se relajen las medidas de contención y distanciamiento, que junto al uso de la mascarilla y el lavado de manos, son las únicas capaces de frenar una ola que sigue estando lejos de desaparecer.