¿Qué debemos comer en un día de resaca tras las fiestas de Navidad?
Deshidratación, desequilibrio de electrolitos, posible abstinencia alcohólica, bajada del azúcar en sangre, inflamación del estómago y del intestino y alteración del sueño
A todo esto se añade un malestar generalizado, dolor de cabeza y la sensación de que nos ha atropellado un camión
Es evidente que no hay que beber alcohol. Pero ante un desliz, te explicamos cómo recuperarse de la resaca
Es evidente que en Uppers nos gusta comer muy sano, hacer ejercicio, cuidar nuestra salud y encontrarnos bien. Pero hay ciertas celebraciones en las que se nos va la mano con alguna bebida. Para esas horas de después un tanto difíciles vamos a desvelar cuáles son los remedios más eficaces para combatir la resaca. También te pedimos que tires de nevera y de despensa y tengas claro qué debes comer en un día de resaca.
Hidratarse con bebidas sin azúcar
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Al consumir al alcohol tu organismo debe trabajar el doble para librarse de las toxinas que han circulado a sus anchas a través de la sangre. El alcohol es un diurético, con lo cual se incrementa la pérdida de líquidos que pueden producir deshidratación y un desequilibrio de los electrolitos. Por tanto, lo primero es beber agua.
Esta hidratación extra es recomendable que se haga mientras dure esa celebración, pero más aún al día siguiente. Además de agua también son adecuados los caldos desgrasados de verduras y proteínas, infusiones o bebidas isotónicas. Cualquiera de éstas últimas mejor sin azúcar. Los preparados isotónicos suponen un aporte de sales minerales que el alcohol nos ha hecho perder. Normalmente incorporan cloro, potasio, sodio o fósforo que el cuerpo necesita para recuperar el equilibrio.
Aunque te cueste, debes huir del café; su efecto diurético genera una deshidratación aún mayor. Además, es un estimulante gástrico, de modo que, en vez de calmar la sensación desagradable del estómago, aumenta ese estado revuelto que incluso puede generar nauseas. Te sentará mejor esa infusión caliente, un té o un caldo de verduras como ya hemos dicho.
Recuperar los niveles de azúcar en sangre
Mientras el organismo descompone el alcohol, aumentan los niveles de ácido láctico. Esto da lugar a una caída en los niveles de azúcar en sangre. Por eso tenemos hambre y nos llama la atención un bollo, dulces industriales, chucherías, hamburguesa, pizza o patatas fritas. Elegir estas comidas es un error garrafal porque ese exceso de grasas animales, grasas saturadas y trans provoca que tu estómago y tu hígado tengan que trabajar el doble, cuando ya estaban sufriendo para digerir el alcohol.
En cambio, los alimentos ricos en vitamina C son un aliado perfecto que ayuda al organismo a recuperarse más rápido gracias a sus propiedades antioxidantes, que ayudan a combatir los radicales libres. El organismo, mientas se desintoxica libera esos radicales libres. Por otra parte, la vitamina C ayuda al hígado a metabolizar el alcohol, favoreciendo que se elimine con más rapidez. Naranjas, kiwis, frutos del bosque, arándanos, fresas, melón, tomates, brócoli, col rizada… mejor que una pizza con embutidos y quesos grasos.
Otra de las vitaminas que el cuerpo pide es la B12. Además, colabora en la expulsión del alcohol del organismo a través de la orina. Los huevos, los lácteos, la carne o el pescado son ricos en vitamina B12. Tanto las verduras, por ejemplo, acompañadas de una pasta, como los alimentos que acabamos de nombrar aceleran la recuperación porque incorporan las vitaminas y los minerales que pide tu cuerpo.
Practicar un deporte suave
Una vez alimentado e hidratado correctamente favorece encontrarse mejor y mejora el buen humor realizar deporte suave: un paseo por la calle a paso ligero, unos ejercicios de pilates, unas posturas de yoga o unos estiramientos. Un efecto muy agradable es también el que genera una buena ducha de agua templada que despeja y reconforta.
En ocasiones se recurre a analgésicos, como un paracetamol, esperando eliminar el dolor de cabeza y ese malestar generalizado. Sin embargo, este medicamento provoca que el hígado trabaje más en un día en el que ya está haciendo un esfuerzo superior a lo normal hasta expulsar totalmente las toxinas que ha introducido el alcohol en el organismo.
Dormir más de lo normal
Por último, tras consumir alcohol no se descansa bien. El organismo sufre y lo notamos. Se ha producido un desequilibrio de electrolitos, puede haber una abstinencia alcohólica, baja el azúcar en la sangre, se inflama el estómago y el intestino, además de alterarse el ciclo del sueño. Después de llevar a cabo todos estos consejos, si tienes la posibilidad, échate una buena siesta para adelantar la recuperación.