Martín tiene 51 años y pasó el coronavirus hace seis meses. Cuando llegó su turno para vacunarse, acudió a la cita en su centro de salud y le dijeron que con una dosis bastaba. Después de la primera inyección, le aseguraron que ya podía descargarse su certificado europeo de vacunación, que tenía la pauta completa, pero Martín no lo ve claro, no se siente todo lo protegido que debería. "Lo pasé hace medio año, sin síntomas apenas y yo preferiría que me pusiesen ambas inyecciones de Pfizer. Se lo comenté a la enferma que me vacunó, pero me dijo que el protocolo era este y no podía hacer nada al respecto", nos cuenta.
Martín no es el único que se enfrenta a esta situación, es una preocupación generalizada, sobre todo en aquellos que superaron la enfermedad sin darse demasiada cuenta. Hablamos con el doctor José Luis Palma Gámiz, director del Área de Cardiología en Blue Healthcare y miembro de Top Doctors, para que nos explique si realmente una dosis es suficiente y si supone un peligro ponerse dos para aquellos que lo han pasado.
Ahora mismo, la estrategia establece un plazo de seis meses para vacunarse si se ha pasado el coronavirus y una sola dosis al superarse esta fecha ya que se presupone que las personas han generado inmunidad natural suficiente por lo que solo es necesario reforzar esos anticuerpos creados al luchar contra la enfermedad. Esta última actualización solo se aplica a personas menores de 65 años, en los mayores, dado el riesgo que sufren porque se les considera los más vulnerables frente al virus, se pondrán ambas inyecciones tan pronto como se supere la enfermedad.
En caso de tener una PCR positiva tiempo atrás, dependiendo de la comunidad, o bien lo tienen ya en el sistema y directamente solo te ponen una inyección, o bien te preguntan para que presentes el resultado de la prueba y darte así el certificado de vacunación completada. Sin embargo, esta estrategia no es infalible ya que, como nos explica el doctor. "En España hay un 10% de pacientes que no han desarrollado anticuerpos, por lo que están más expuestos al virus".
¿Y qué pasa con esta gente? "Se recomienda que aquellas personas que hayan pasado el COVID y se les ponga una sola dosis, entendiendo que la inmunización va a ser completa, realicen un estudio de anticuerpos y, en función de la tasa de anticuerpos que hayan desarrollado, se pongan o no una segunda. La experiencia indica que, si se pone una dosis de vacuna tras los cuatro meses de haber superado la infección, la carga inmunológica, nunca al 100%", apunta el experto.
"Lo que a mí me extrañe es que, por ejemplo, los que pasaron el coronavirus hace más de un año, cuando no se realizaban pruebas diagnósticas, y no tienen una PCR que acredite que tuvieron la enfermedad, pueden recibir ambas dosis y yo no, aunque las quiera. También aquellos que se hicieron un test en una clínica privada y no dan parte a la Seguridad Social", nos cuenta Martín indignado.
Ante este control, en ocasiones, laxo, a pacientes como Martín les surge la duda de si la decisión tomada por Sanidad está lo suficientemente estudiada. Desde la Sociedad Española de Inmunología afirman que en personas que han pasado la infección, la segunda dosis no aumenta los anticuerpos ni la respuesta celular, ni siquiera en aquellos que lo han pasado de forma asintomática hace ya más de un año. Por lo tanto, poner un segundo pinchazo es tirarlo a la basura.
Es decir, la segunda dosis solo supone un refuerzo de la primera inyección, que es la que otorga verdaderamente protección; y en las personas que han pasado la COVID, es como si la infección hubiese sido primera dosis. "En personas que han superado la enfermedad, poner una segunda dosis no supone, en principio, ningún riesgo. Simplemente se hace así porque se considera que estos pacientes han generado anticuerpos suficientes para estar protegidos", apunta Palma Gámiz.
Tras recibir la pauta completa de una vacuna no todos los sistemas inmunitarios reaccionan igual. Aquellos pacientes con inmunodeficiencias o con otras patologías específicas suelen ser los más afectados por una respuesta inmunitaria baja, pero también puede ocurrir entre la población general.
"Depende de cada organismo. Existe el envejecimiento inmunitario, es decir, el sistema inmune, como todos los sistemas, al pasar los años va decayendo en sus funciones. No es lo mismo la reactividad inmunitaria que se tiene ante una infección cualquiera, viral o bacteriana, si la tiene una persona joven que una muy mayor. Por esa razón, los jóvenes vacunados tienen una reacción secundaria más violenta a la vacuna que las de una persona mayor", apunta el médico, que vuelve a recordar la importancia de ese estudio de anticuerpos del que nos hablaba anteriormente cuando solo se recibe una inyección.