Es el ritual del verano. Salir a la playa temprano, hacer el aperitivo en casa, comer en familia, encender el ventilador y tirarse en el sofá dispuesto a disfrutar de una siesta sin preocupaciones. De fondo, otro clasicazo estival: la Vuelta a España, la competición ciclista más importante de nuestro país y una de las tres grandes del circuito profesional, junto al Giro de Italia y el Tour de Francia.
Escapadas frenéticas, puertos inasumibles para los mortales, límites de sufrimiento inhumanos, pulmones de titanio. Caras desencajadas, guerra entre equipos, sprint final. Ataques inesperados, pájaras. Gloria. Nadie diría que, con esta heroica -y real- definición de La Vuelta, la competición es, también, uno de los somníferos naturales más demandados en verano cuando terminamos de comer y enfilamos el sofá de cara a nuestra reunión diaria con Morfeo. Pero es así: en verano, parte de nuestra cultura popular -la siesta- está condicionada a la serpiente multicolor, a las etapas en llano y a la monotonía de algunas etapas.
¿Es La Vuelta a España un potenciador de la siesta? ¿Hay algún factor biológico que se relacione directamente con esta competición? ¿Necesitamos ver a Egan Bernal agazapado entre tres ciclistas del INEOS, en su día de no ataque, para que la cabezadita de las 16:00 horas sea más placentera y profunda? Acudimos al doctor Javier Albares, director de la Unidad del Sueño del centro médico Teknon de Barcelona para responder a estas preguntas.
Lo primero de todo es desmitificar la idea de que haya una explicación biológica que haga que eventos como La Vuelta ayuden, de forma generalizada, a que todos podamos dormir la siesta mejor. "Todo periodo de sueño necesita reposo y tranquilidad, tanto física como mental. Cualquier actividad que nos pueda generar relajación o aburrimiento puede facilitarnos el sueño", explica el experto. Pero añade, al mismo tiempo, que eso depende de lo que te impliquen los eventos como La Vuelta.
"Al fin y al cabo, depende de lo que te implique. Relajarte, aburrirte… Todo eso puede facilitarte la somnolencia", reconoce Albares. Lo mismo ocurre con la voz del narrador: si bien es cierto que el sosiego y el tono uniforme de sus comentarios podrían ayudar a la inducción del sueño en un determinado momento, siempre va a depender de lo que suponga, para el televidente, el acontecimiento que está presenciando. De esta forma, cualquier deporte que no nos aporte un especial interés podría favorecer
El sueño se produce en un periodo de dos fases que responden a nuestros ritmos biológicos. La siesta tiene su origen en la revolución industrial, en el ritmo creciente de la vida laboral., y terminó surgiendo como un complemento a la falta de horas de sueño de los trabajadores. Es por ello que se ha descartado como un fenómeno natural.
Al fin y al cabo, si te interesa el ciclismo, no te dormirás en medio de una etapa de montaña, justo cuando el tercer clasificado arranca endemoniado hacia el puerto y le recorta 3 minutos al maillot amarillo; o durante la pelea por los puntos de la clasificación de montaña; o en una de esas imprevisibles etapas llanas en las que terminan formándose tres grupos; o en una escapada de Thomas de Gendt; porque, ¿quién iba a dormirse en una escapada de Thomas de Gendt?