Sanidad confirma los peores presagios y pone en alerta a las comunidades autónomas ante siete casos positivos de viruela del mono y 22 sospechosos. Por el momento, estos últimos se encuentran en estudio en coordinación con el Centro Nacional de Microbiología, que cuentan con las técnicas necesarias para confirmar o descartar el diagnóstico. La alerta salta después de que Reino Unido notificara varios enfermos con esta patología. Portugal, por su parte, también ha encontrado tras casos de la enfermedad en Lisboa.
Se trata de una infección vírica que suele asociarse a viajes a África Occidental donde no es poco común. En lo que va de año, de acuerdo con datos de la OMS, Nigeria ha confirmado 15 casos y hay 46 sospechosos más, en el país se trata de una enfermedad endémica. Te contamos cómo se trasmite, cuáles son sus síntomas más comunes y si reviste o no gravedad.
Al igual que la viruela, la viruela del mono pertenece al grupo Orthopoxvirus, pero es mucho más inusual. Pese a su nombre, es común en roedores pequeños que habitan en las selvas tropicales del continente africano. Aparece en seres humanos en África de manera esporádica y en ocasiones provoca brotes epidémicos, como parece que está ocurriendo ahora.
"Se transmite de los animales a través de líquidos corporales, incluidas las gotas salivales o respiratorias o el contacto con el exudado de una herida", explica el Manual de Merck, uno de los libros médicos de referencia. La transmisión de persona a persona se da en muy pocos casos y ocurre principalmente a través de grandes gotas respiratorias durante el contacto cara a cara prolongado.
La incubación de esta enfermedad suele ser de 6 a 13 días y, una vez, contagiado, los síntomas no suelen desaparecer entre dos y tres semanas después. Entre los más comunes están la fiebre, el dolor de cabeza, dolores musculares, dolor de espalda, escalofríos y agotamiento, muy similares a los de la viruela normal.
A medida que pasan los días, aparecen lesiones cutáneas que suelen manifestarse en brotes en la cara y que poco a poco se va extendiendo a otras partes del cuerpo, las más comunes, las manos y los pies. Son dolorosas y suelen picar mucho. Las erupciones van evolucionando y termina formando costras que acaban por caerse. En los casos más graves, "se puede producir una infección bacteriana secundaria de la piel y los pulmones", apuntan desde el manual.
Pese a no ser una enfermedad desconocida, no existe un tratamiento comprobado y seguro para la infección por el virus de la viruela del mono, pero suelen darse antivirales como un tratamiento de apoyo. La mortalidad de esta enfermedad está alrededor del 1% para la variante de África occidental y entorno al 10% en la del Congo.