Hace ya varios siglos que se inventó, pero sigue siendo un invento que no falta en ningún hogar. Aunque siempre estará ahí la técnica de medir la temperatura tocando la frente, está claro que no hay nada más exacto que un termómetro. Con el paso del tiempo ha ido evolucionando y seguramente en todas las casas hay uno digital, aunque no es de extrañar que todavía quede alguno los ya retirados de mercurio escondido en el fondo de un cajón. Lo cierto es que, a día de hoy, hay más de un tipo de termómetro en el mercado, cada uno con sus propias especificaciones y precios dependiendo de su calidad. Por eso en Uppers te explicamos todos los tipos que existen y cómo usarlos correctamente.
Hasta ahora puede que no le dieses mucha importancia al termómetro aún sabiendo que lo tenías ahí, pero con la llegada del coronavirus, al mínimo síntoma te tomas la temperatura, a ti mismo o a tus familiares. Incluso hay quienes han bajado corriendo a la farmacia para hacerse con uno, lo que ha hecho que este objeto se convierta en un bien preciado y muy escaso. La exactitud con la que mide la temperatura hace que sean muy eficaces, pero hay que saber cómo hacerlo, ya que dependiendo del modelo será mejor que se verifique la temperatura en la axila, la boca, el oído o la cabeza.
El más común y el que probablemente todos tenemos en casa es el termómetro digital. Su uso es bien sencillo, vale con encenderlo, ver que en la pantalla todo funciona correctamente y colocarlo debajo de la axila; solo tenemos que esperar a que su pitido avise de que el resultado ya está. Te lo quitas para mirar cuál es tu temperatura y listo. Eso sí, hay un paso que se suele pasar por alto y, sobre todo si se vive acompañado, debe hacerse: limpiar la punta tras utilizarlo, pues ha estado en contacto directamente con la piel.
Aunque prácticamente ya no se fabrican y es difícil encontrarlos, en muchos hogares siguen habiendo termómetros de mercurio. Este tipo de termómetro se ha dejado de fabricar porque el metal puede ser perjudicial tanto para la salud como para el medio ambiente. Pero si algún nostálgico aún tiene uno por casa debe saber que antes de usarlo hay agitarlo para que la barra del mercurio baje más o menos a los 35 grados. Puedes colocarlo en la boca o bajo la axila y esperar de tres a cinco minutos antes de retirarlo porque, a diferencia de los digitales, este no te avisa cuando ha terminado de tomar la temperatura.
Si creíamos que el digital ya era bastante completo, el avance tecnológico nos ha dejado claro que se pueden hacer termómetros mucho más modernos, higiénicos y rápidos. ¡Si hasta existen termómetros para la cocina! Entre ellos esta el que lee la temperatura con rayos infrarrojos, que puedes estar tranquilo porque no serán perjudiciales para tu salud. La rapidez con la que detectan si hay fiebre o no hace que sea especialmente recomendable para usar con los niños, sobre todo si son inquietos y cuesta que estén unos minutos sin moverse con el termómetro puesto.
Se puede usar en los oídos o en la frente. En el primer caso, debes colocar la punta del aparato dentro del oído con cuidado apuntando hacia la nariz, apretar el botón y esperar unos segundos hasta que aparezca directamente la temperatura en la pantalla. Si el termómetro permite que se utilice en la cabeza, puede que recomiende que haya contacto con la piel o que no haga falta, sino que colocándolo a pocos centímetros de la cabeza será suficiente. Para que lea la temperatura, ponlo en la mitad de la frente y en pocos segundos aparecerá en la pantalla la temperatura.
En general el uso de un termómetro es bastante sencillo, lo único indispensable es que se debe mantener limpio, usando un algodón con un poco de alcohol para limpiar la punta cada vez que se usa. En los termómetros de infrarrojos para los oídos se suele requerir del uso de protectores de plástico que se van cambiando, por lo que a pesar de su comodidad, el uso de este termómetro es más caro.
Ya sabes como usarlos y mantenerlos limpios para que siempre estén listos para medir la temperatura. El termómetro, y más en este momento con el coronavirus, es un objeto que no está de más tener a mano en casa. Por eso desde que tengas síntomas de gripe o encuentres que algo en tu cuerpo no va bien, su uso te permitirá saber si tienes fiebre o no y si debes acudir al médico.