Si algo bueno tiene el uso de la mascarilla, además de protegernos frente a la covid-19, es que durante este año su uso puede reducir los síntomas del asma o de la rinitis alérgica ahora que ha dado comienzo la primavera. A pesar de que no se espera una primavera muy intensa, según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), hay ciertas zonas de España donde la intensidad puede ser superior y los alérgicos deben tenerlo en cuenta, especialmente en la zona centro de la península. Con la llegada del polen, aumenta la llamada conjuntivitis alérgica y, aunque parezca mentira, en nuestras manos está evitarla o reducir sus síntomas.
Se estima que unos ocho millones de españoles sufren conjuntivitis alérgica durante la primavera, ese molesto enrojecimiento de los ojos que puede venir acompañado de picor, de un insoportable lagrimeo y hasta hinchazón o algo de sensibilidad a la luz. Aunque muchas veces parece inevitable que aparezca la alergia ocular, hay que estar atento a los días primaverales más ventosos y secos, pues es cuando más polen se concentra en el aire. Sin embargo, también puedes implementar en tu día a día algunos trucos, consejos o hábitos, recomendados por Clínica Baviera, para que tus ojos pasen la primavera lo mejor posible.
Lo primero es que, si en primavera la conjuntivitis suele acompañarte pero nunca has sido diagnosticado con una alergia, puede que sea el momento de acudir al alergólogo, exponer el problema y realizarte las pruebas, ya que es posible que seas alérgico a algún componente y necesiten un tratamiento para paliar los síntomas de tu alergia.
Pero con tu alergia detectada y sabiendo como te afecta, trucos como las gafas pueden venirte de perlas para evitar con la conjuntivitis, pues el cristal hace que al polen le sea mucho más complicado llegar hasta el ojo. ¿Qué no usas gafas? Mejor, porque si te pones las de sol también proteges los ojos de la luz y de esa sensibilidad a ella que muchos alérgicos presentan. Mascarilla y gafas puede ser la combinación perfecta para mantener lejos de nuestras vidas a la covid y la alergia.
Entre otras cosas, la sequedad de los ojos también puede jugarnos en contra, por ello es conveniente mantenerlos hidratados con lágrimas artificiales si así lo consideramos, además de intentar mantenerlos limpios para que los granos de polen no se queden en instaurados en la superficie y provoquen la conjuntivitis.
Y ya que hablamos de higiene, ahora que el lavado de manos es tan importante, también hay que aprovecharlo para nuestros ojos si los vamos a tocar. En todo caso, hay que evitar frotarse los ojos, especialmente con las manos sucias, pues es más probable que acabamos con la parte blanca del ojo teñida de rojo o soportando algo de picor o lagrimeo.
Ahora vienen un poco de contradicciones, pues a pesar de que por la pandemia del coronavirus se aconseja siempre mantener los espacios bien ventilados, cuando hablamos de alergias a lo mejor no es la mejor de las ideas porque las personas se exponen mucho más a los pólenes, además de que al concentrarse más, hay más posibilidades de contagios por covid. Por ello, aunque el buen tiempo nos invite a abrir las ventanas y pasar más tiempo al aire libre, los consejos son otros.
Por un lado, en casa o cuando viajamos en coche es mejor mantener las ventanas cerradas, al menos en las horas centrales del día, que es cuando más polen se concentra en el aire. Si dispones de un purificador de aire, nunca está mas usarlo, y si tienes aire acondicionado, mejor siempre que sea con filtro. Con salir de casa pasa algo parecido, obviamente no hay que hacer un confinamiento domiciliario, pero sí tener en cuenta que las horas centrales no son las adecuadas para estar en la calle por la concentración de polen, más aún si hace mucho viento. Eso sí, si no queda otra ya sabes, mascarillas y gafas.