Los murciélagos y los delfines los utilizan para orientarse y buscar sus fuentes de alimento. El oído humano no puede percibirlos, pero la ciencia no puede prescindir de ellos. Los ultrasonidos son ondas sonoras con una frecuencia superior a 20.000 Herzios que cada vez tienen más aplicaciones en la ciencia y en otros campos, como la biología, la física, la química y, últimamente, la medicina.
Una de sus últimas aplicaciones está relacionada con el cáncer de próstata. Una nueva técnica en la que se aplican ultrasonidos permite acabar con el cáncer de próstata en una sola sesión, de manera ambulatoria y sin los efectos secundarios habituales, como la impotencia o la incontinencia urinaria. La técnica es un hito médico que ya se ha practicado en España en el hospital de La Moraleja, en Madrid, y en el hospital de Valencia. En Francia y Alemania ya lleva utilizándose con éxito esta terapia desde hace diez años.
La intervención con ultrasonidos consiste en situar de manera poco invasiva una sonda que llega a la próstata a través del recto, retirando el tumor a alta temperatura, sin dañar el órgano. “Se trata de un método no invasivo para proporcionar una ablación exacta y precisa de la próstata, con bajos índices de complicaciones y baja morbilidad”, explica el doctor Ignacio Pascual, director del departamento de Urología de la Universidad de Navarra.
El tratamiento es útil incluso en las próstatas de mayor tamaño. “La intervención permite tratar próstatas de volumen elevado, de hasta 90 centímetros cúbicos”, afirma Pascual. El procedimiento se realiza en colaboración con el radiólogo, quien delimita la zona de tratamiento que será irradiada mediante los ultrasonidos de alta energía. “De esta manera –explica el urólogo- minimizamos el riesgo de lesión y conseguimos un menor porcentaje de impotencia e incontinencia”.
Según datos del Observatorio del Cáncer de la AECC, el cáncer de próstata es el tercero en incidencia entre toda la población. Entre los hombres, se sitúa en primer lugar en incidencia y en tercer lugar en mortalidad.
En nuestro país, según datos de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer en 2018 se estimaron 31.728 nuevos casos diagnosticados; de ellos, 139 casos por cada 100.000 hombres. Aproximadamente un 84,6% de los pacientes que sufren un cáncer de próstata en España sobreviven más de cinco años.
La supervivencia ha mejorado en las últimas décadas (48% para casos diagnosticados entre 1980 y 1985, y 65,5% para los diagnosticados entre 1990 y 1994), y se espera que esta tendencia continúe.
Desde la generalización del test de diagnóstico precoz de determinación de niveles de PSA en sangre, ha aumentado la incidencia del tumor, pero también la supervivencia, no sólo por la detección precoz, sino también por la mejora de los tratamientos. Austria, cuyas cifras de supervivencia son las mejores de Europa, es el país del continente en donde primero se implantó el programa de diagnóstico precoz de cáncer de próstata.
Más de 6.0000 hombres fallecen cada año por cáncer de próstata. Es la tercera causa de muerte por cáncer en el sexo masculino, tras el cáncer de pulmón y el colorrectal. La edad media al fallecimiento por cáncer de próstata en España es de 75 años. Con técnicas como la cirugía con ultrasonidos, la buena noticia no sólo es que se erradica el tumor, sino que el paciente puede mantener una calidad de vida muy alta.
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