La mascarilla se ha convertido en el complemento más buscado, por obligación y no por elección. Aunque ya llevamos casi diez meses con ellas, no terminamos de acostumbrarnos. Son la barrera de protección más eficaz de la pandemia, sobre todo para los colectivos de riesgo, como los mayores de 65 años, precisamente los pacientes tipo de esta segunda ola. Las noticias del Gobierno sobre la vacunación, al menos, de la mitad de la población en el primer semestre de 2021, abre la puerta a la esperanza, sin embargo, no te hagas muchas ilusiones, las mascarillas estarán con nosotros bastante más tiempo.
Durante el próximo año, serán muchos les meses en los que convivirán ciudadanos vacunados con otros que lo están. Además, todavía hay muchas dudas sobre cuánto durará la inmunidad, si será igual de efectiva en todos los grupos poblacionales o cuál es el riesgo de reinfección. Por eso, fuentes del Consejo interterritorial de Salud, han asegurado en La Vanguardia que el uso de la mascarilla deberá mantenerse durante muchos meses, independientemente de que lleguen las vacunas.
No se ha estipulado una fecha específica pero lo que sí parece quedar claro es que la distancia de seguridad, el lavado de manos y los cubrebocas estarán con nosotros, como mínimo, durante todo el año 2021. Los expertos hacen hincapié en que no debemos confundirnos y ver la vacuna como el fin de la pandemia, que no va a ser como una varita mágica con la que volveremos a la vida de antes, se trata, simplemente, del camino para acabar con ella y conseguirlo llevará su tiempo.
Su uso está regulado en la Orden Ministerial 422/2020, aprobada el pasado mes de mayo, mientras se prolongue la situación de crisis sanitaria actual y en ella se especifica su obligatoriedad. También, el Tribunal Supremo avala esta obligación "por ser necesario y proporcionado", después de que un ciudadano presentase un recurso afirmando que la norma vulnera los derechos fundamentales a la integridad física y moral.
Además del Consejo Interterritorial de Salud, son otros científicos los que aseguran y respaldan la tesis de que pasará mucho tiempo hasta que nos deshagamos de las mascarillas. Por su parte, Margarita del Val, investigadora científica del CISC avisa que los cambios en el estilo de vida no acabarán tampoco en Navidad del próximo año, que gran parte del mundo probablemente la llevará durante dos años y de forma obligatoria. "Hay que acostumbrarse a llevarla y tomar un par de medidas más, durante un par de años e integrarlas en nuestra vida. Lo superaremos, pero esto no es una carrera de 100 metros, es una maratón".
El doctor Pedro Cavadas también ha querido hacer una predicción al respecto y está en la línea de lo que opina del Val. "Me gustaría pensar que en un par de años la mascarilla será opcional y decisión de cada uno, pero no lo veo tan rápido". Lo que parece que está claro es que este complemento nos va a acompañar cada vez que salgamos a la calle y que nada apunta a que volvamos a tener la vida de antaño, como está ocurriendo en China, en un futuro próximo.