Viejos antes de tiempo por culpa de lo que comemos
Los efectos de una mala alimentación se empiezan a evidenciar a los 20 años
Uno de cada tres tumores tiene que ver con una alimentación inadecuada
Se necesitan la mitad de años que en generaciones anteriores para acumular y favorecer las mutaciones que terminan en el desarrollo del cáncer
Cuando pensamos en envejecimiento prematuro, nuestra mente se hace a la idea de notar a los 50 achaques de los 70, pero la realidad es mucho más dramática. El estilo de vida actual, la genética y, sobre todo, lo que comemos nos afecta mucho más de lo que podemos imaginar. Los efectos de una mala alimentación se empiezan a evidenciar a los 20 años. Es el momento en el que los expertos han comenzado a detectar problemas de salud propios de personas mayores como cáncer, diabetes, enfermedades cardiovasculares o respiratorias.
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En la actualidad, el 22% de los niños tienen niveles de colesterol alto y la incidencia de la hipertensión en la infancia se eleva al 32%. Sin embargo, el problema viene de lejos. Si hablamos de millennials, los nacidos en las dos últimas décadas de l siglo XX, las previsiones son incluso peores. Tienen el doble de riesgo de contraer cáncer por el estilo de vida occidental y porque vienen con daño desde niños.
Si a la mala alimentación que lleva al sobrepeso, le sumamos el consumo de alcohol, el pronóstico empeora. “Se puede afirmar que uno de cada tres tumores tiene que ver con una alimentación inadecuada” asegura al El País, Emilia Gómez Pardo, nutricionista y doctora en Bioquímica y Biología Molecular.
Según sus cálculos, ahora se necesitan la mitad de años que en generaciones anteriores para acumular y favorecer las mutaciones que terminan en el desarrollo del cáncer. Si analizamos específicamente algunos tipos de cáncer, hay estudios que vaticinan que, manteniendo los hábitos actuales, los casos se incrementarán en personas de entre 20 y 30 años en un 90% y el de recto, en un 124%.
Como padre es intentar que nuestros hijos lleguen a la edad adulta sin factores de riesgo causados por una mala alimentación y para eso hay que dar ejemplo y llenar la nevera con frutas, verduras, legumbres, lácteos no azucarados, huevos, jamón, pescado, frutos secos, cereales integrales. “Somos lo que comemos, pero comemos lo que compramos y nos lo terminamos comiendo porque somos humanos y porque están diseñados para que nos gusten”, afirma la nutricionista.
Tú también estás en riesgo
A medida que cumplimos años, nuestro organismo empieza a sufrir procesos de maduración que implican cambios en la digestión, absorción y metabolismo de algunos nutrientes, así como alteraciones en los sistemas de reparación celular. Estas variaciones van gestándose desde los 30 años, de ahí que sea importante empezar a cuidarse desde joven.
Reducir las calorías vacías y aumentar el consumo de proteínas, vegetales y frutas resulta fundamental para retrasar los signos de la edad. La hidratación, tomando entre un litro y medio y dos de agua diarios, también elimina toxinas y ayuda al tránsito intestinal. Además, las cantidades también resultan determinantes, según varias investigaciones científicas. Científicos de la Universidad de Rotterdam aseguran que la restricción calórica logró triplicar la esperanza de vida de los ratones y suprimir síntomas que aceleran el envejecimiento.