Después de todo lo que hemos escuchado, la palabra superalimento nos suena, en muchas ocasiones, a estafa. Igual que dieta milagro o solución antiaging. Términos que han llegado a nuestra vida y cada mes de septiembre resuenan como magia para compensar los excesos y las largas horas al sol. Sin embargo, ahora la ciencia da la razón a todos en los que confían en las bondades de aquellos alimentos naturales que proceden de raíces, semillas, frutas o algas con una gran concentración de nutrientes. Al menos a parte de ellos.
Sabemos que llevar un estilo de vida saludable incluye una alimentación equilibrada y ejercicio físico, y precisamente en esto último es donde entra en juego la granada. Así lo confirma un estudio publicado por The National Center for Biotechnology Information de Estados Unidos. Eso sí, debe ser consumida de una forma específica. Te contamos cómo.
De acuerdo con los investigadores, el zumo de granada es capaz de atenuar el estrés oxidativo al mejorar las respuestas antioxidantes evaluadas de forma aguda y hasta 48 horas después de una sesión de entrenamiento intensivo de levantamiento de pesas. Sin embargo, no sirven todos. Es muy importante que sea casero o, si nos decantamos por una opción de supermercado, que haya sido prensado en frío ya que es la única forma de asegurarnos que no se ha perdido ninguno de sus nutrientes y tampoco se han oxidado.
En el experimento, nueve levantadores de pesas de élite realizaron dos sesiones de levantamiento de pesas olímpico después de ingerir el placebo o los suplementos de jugo de granada y se comprobó que este mejoraba el metabolismo de las grasas, mejoró el aumento enzimático y mostró respuestas antioxidantes a los tres minutos de finalizar la sesión.
El estudio también remarca el valor que tienen los polifenoles de esta fruta, unos potentes antioxidantes naturales, entre los que se encuentran antocianinas, flavanoles y algunos elagitaninos que tienen una eficacia hasta tres veces mayor que el té verde o el zumo de naranja, los antioxidantes por excelencia. Además, aumentan el rendimiento en los deportes de resistencia.
Un solo vaso de zumo de granada puede proporcionarnos el 40% de los requerimientos diarios de ácido fólico y vitaminas A, C y E. Más allá de la capacidad recuperativa, el zumo de granada es un gran reductor de la presión arterial, mejora el metabolismo de las grasas y se obtienen mejores valores de marcadores proinflamatorios.