La piel es el mayor órgano del cuerpo y uno de los más expuestos, pues es el que nos rodea y protege de los agentes del exterior, a la vez que es un reflejo de cómo estamos por dentro. Cuando se produce una herida, por ejemplo, comienza un complejo proceso biológico para reparar el tejido dañado a través de una serie de reacciones bioquímicas, que es lo que conocemos como cicatrización. En este proceso nuestro organismo requiere de vitaminas y minerales que le proporcionen las herramientas necesarias para una correcta reconstrucción de los tejidos.
Por eso, la alimentación es clave para tener una piel saludable y favorecer la cicatrización, pues es la fuente de nutrientes esenciales e hidratación que ayudan a proteger la piel de las agresiones externas como el frío o la exposición solar, combatir infecciones y regenerarse más rápidamente. Dentro de los alimentos, hay algunos que son especialmente beneficiosos para estimular el proceso de cicatrización, pues contienen nutrientes específicos relacionados con este proceso y que contribuyen a la creación de nuevos tejidos.
Un compuesto que se encuentra en los arándanos silvestres puede acelerar el proceso de cicatrización de heridas, según una nueva investigación. Los resultados del estudio sugieren que el extracto de arándano podría mejorar drásticamente la cicatrización de heridas y, en última instancia, puede reducir el costo masivo que se gasta en el cuidado de heridas cada año.
Las úlceras diabéticas y otras heridas que no cicatrizan a menudo se desarrollan entre los ancianos. Estas heridas persisten debido a un desarrollo reducido de vasos sanguíneos ricos en nutrientes, lo que se conoce como vascularización. La falta de vascularización se asocia con diabetes, enfermedades vasculares y otras afecciones. El problema es que la vascularización es crítica para el suministro eficiente de oxígeno y nutrientes para apoyar la cicatrización de tejidos y heridas.
En un estudio anterior que se centró en las células del cordón umbilical humano, los investigadores de la Universidad de Maine descubrieron que un extracto fenólico de arándanos silvestres mejoraba la vascularización y la migración celular, pasos críticos en el proceso de curación. Para el estudio actual, un equipo de expertos dirigido por la Dra. Dorothy Klimis-Zacas analizó los efectos del extracto fenólico en las heridas. Los fenoles, que se encuentran de forma natural en algunos alimentos, son compuestos que sirven como antioxidantes, que pueden prevenir e incluso revertir algunos tipos de daño celular.
Los arándanos silvestres son unas pequeñas bayas de color rojo o azul oscuro con grandes propiedades para la salud del organismo. Están integrados dentro de los llamados como frutos rojos y son considerado un superalimento por su valor nutricional. A estos pequeños alimentos del bosque se le atribuyen diferentes beneficios para la salud, como reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, revitalizar la memoria, prevenir y frenar las infecciones de orina, contribuir al mejor funcionamiento del sistema inmune, mejorar la salud ocular o ayudar a perder peso. Todo ello se sustentan en sus propiedades nutricionales como superalimento. Son ricos en antioxidantes, contienen taninos, flavonoides, vitamina C o minerales como el magnesio.
Cítricos
Los cítricos son alimentos que contienen una gran cantidad de Vitamina C. Esta vitamina favorece la resistencia a infecciones y participa en la formación de colágeno, el cual aumenta la resistencia de la herida creando una sólida capa de tejido cicatricial. También tiene propiedades antiinflamatorias. Dentro de los cítricos encontramos frutas como las mandarinas, las naranjas, kiwis, piña, limones, fresas o pomelos, y en hortalizas como el tomate y el pimiento verde.
Zanahoria
La zanahoria es un alimento rico en betacaroteno, un precursor de la Vitamina A. La Vitamina A es un antioxidante fundamental que contribuye al mantenimiento, crecimiento y reparación de la piel, mucosas y otros tejidos, favoreciendo la cicatrización. Es útil en todo tipo de lesiones, por ejemplo, para el acné, el eczema, la psoriasis, quemaduras o el herpes labial. También ayuda al control de la respuesta inflamatoria, previene las arrugas y tiene propiedades fotoprotectoras, aunque eso en ningún caso quiere decir que comiendo zanahorias podamos prescindir de la protección solar. Además de la zanahoria, hay otros alimentos precursores de la vitamina A como la batata, la calabaza, la pimienta roja, el melón, las espiancas o los albaricoques.
Brócoli y pescado
El brócoli es una verdura con cualidades antioxidantes y rico en Vitamina K, una vitamina con importantes beneficios cicatrizantes que también está presente en el pescado. Esta vitamina tiene una función esencial en la coagulación de la sangre, evitando hemorragias y hematomas y reduciendo la inflamación, lo cual favorece la cicatrización. También es beneficiosa para las quemaduras, las estrías y como uso tópico para la rosácea y el acné. Además de en el brócoli y el pescado, también podemos encontrarla en otros vegetales de hoja verde como la lechuga o la acelga, en cereales y carnes rojas.
Frutos secos
Los frutos secos como las almendras, las nueces o las avellanas son alimentos ricos en Vitaminas B y E, reduciendo la oxidación celular. Participan en el proceso de utilización de enzimas, en la producción de glóbulos rojos, y en el crecimiento y desarrollo de células y tejidos. También ayudan a regular las reacciones químicas. Las nueces, además de estos beneficios, tienen un efecto antiinflamatorio. Los frutos secos son ideales como complementos de las ensaladas o como tentempié.
Legumbres, huevo y carne roja
Las legumbres, el huevo y la carne roja son tres alimentos ricos en proteínas y zinc. Las proteínas son esenciales para la curación de heridas, pues tienen un papel clave en el crecimiento y desarrollo de tejidos, mejorando la irrigación sanguínea gracias a dos aminoácidos que fortalecen el tejido. Por otro lado, el zinc es esencial para la adecuada síntesis de las proteínas en el proceso de cicatrización, y además ayuda a que el sistema inmune combata los agentes patógenos y las heridas no se infecten.