Comer sano y controlar el peso son las principales prioridades para lograr un bienestar físico y mental que nos permita vivir la vida plenamente. Es una de las conclusiones extraídas del informe "Intenciones versus realidad: la brecha del bienestar del consumidor". Pero ¿existe un cambio de percepción dependiendo de la generación? Los principales hallazgos del estudio confirman que cada segmento de edad, influenciado por la sociedad en la que crecieron y se educaron, manifiestan diferentes actitudes frente a la salud y la alimentación. Te lo contamos.
A pesar de la importancia que todos los encuestados dan a una alimentación saludable, el estudio refleja que comer bien se vuelve prioritario a medida que se envejece. De hecho, los boomers, nacidos entre 1950 y 1970, se preocupan más por llevar una dieta equilibrada (69%), frente al 54% de generaciones más jóvenes como los Z, nacidos entre 1997 y 2012. El paso de los años provoca un impacto físico que se refleja en la necesidad de combatir activamente estos cambios mediante la adopción de hábitos saludables.
Por su parte, más de la mitad de los llamados millennials, con edades comprendidas entre los 20 y los 35 años, el 59%, declaran que una de sus prioridades para alcanzar el bienestar es una alimentación equilibrada y nutritiva. Se trata de la primera generación nativa digital y conectada a internet, lo que les marca en muchos casos la pauta a seguir. Un grupo generacional que comienza a apostar con fuerza por la sostenibilidad, por la responsabilidad de lo que consumen y por unos hábitos de vida saludable. Le sigue de cerca la generación X, nacidos entre 1965 - 1981con un 60%.
Para Andrea Bertocco, Director of Scientific Affairs EMEA de Herbalife Nutrition. "A medida que envejecemos comenzamos a preocuparnos por lo que comemos y a practicar un poco de deporte. Sin embargo, comer de forma equilibrada, personalizada, mantener un estilo de vida activo e incorporar hábitos nutricionales sostenibles para el planeta debería ser una preocupación desde la infancia. La educación nutricional en este sentido es fundamental para combatir el cambio climático y la epidemia de la obesidad".
A pesar de que las corrientes veganas ganan peso cada año, los datos del estudio arrojan una preferencia hacia la proteína animal como fuente principal de alimentación para el 69% de los boomers. Los jóvenes millennials y Z sin embargo, están más dispuestos a adoptar estos alimentos con proteína exclusivamente vegetal en su día a día y sólo un 42% piensa que su alimentación deba ser únicamente a partir del origen animal.
Un mayor nivel de investigación acerca de los beneficios de estas dietas, oferta en la cesta de la compra y sobre todo educación nutricional son los responsables de este cambio generacional que ha ayudado a la generación Z a descubrir los beneficios de sustituir las proteínas animales por vegetales. Este grupo de población joven incluso va más allá y un 39% declara consumir alimentos como el tofu de forma habitual.
Otra de las conclusiones extraídas del estudio es la brecha entre deseos y puesta en práctica. Existe mucha confusión sobre lo que implica una dieta saludable. A pesar de toda la información y recomendaciones de la que se dispone, los datos arrojan que no se sabe en qué consiste una alimentación variada y equilibrada.
Una alimentación saludable es aquella que aporta todos los nutrientes que el cuerpo necesita en cantidades adecuadas, permitiendo mantener un peso adecuado y mejorar la calidad de vida. Según la OMS, "una dieta saludable ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus formas, así como de las enfermedades no transmisibles, entre ellas la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebro vasculares y el cáncer". Según el estudio de Herbalife Nutrition, un 42% de los pertenecientes a la generación Z no consumen suficientemente frutas, verduras y proteínas, y un 62% de los boomers, tampoco, a pesar de la preocupación manifestada por el 69% de ellos.