Los avances en la investigación nutricional nos ayudan a crear un mapa cada vez más certero de cómo metabolizamos los alimentos. Al margen de sus valores nutricionales, ya sabemos que el momento en el que los consumimos es vital para la manera en que los digerimos y almacenamos sus nutrientes. A eso se refiere, precisamente, la cronodieta, la que postula, por ejemplo, que los hidratos no deben consumirse por la noche, ya que, probablemente, no gastaremos la energía suficiente para quemarlos y terminarán almacenándose como azúcar y grasa.
Ahora sabemos también que es fundamental mantener estables los valores de glucosa para tener una buena salud. Se sabe que después de consumir alimentos ricos en carbohidratos, se produce un pico de glucemia en sangre durante los siguientes 60 minutos. Existen muchos factores que determinan su intensidad y duración; entre ellos, qué comidas se consumieron junto a estos hidratos de carbono, su composición en fibra, y, claro está, la capacidad del organismo para producir insulina de manera adecuada.
En personas sanas los picos de glucemia no deberían ser preocupantes si son esporádicos. Pero otras personas sí deben tenerlos en cuenta: son los pacientes diagnosticados de diabetes, personas que sufren hipoglucemia reactiva (reducción de azúcar brusco tras las comidas), hipotensión postprandial (bajada de la tensión arterial tras las comidas) o aquellas personas que se hayan sometido a una cirugía bariátrica.
Incluso en personas sanas, si los picos de glucosa elevados se mantienen en el tiempo, sí pueden ser perjudiciales. Esta es la base que podría dar origen de la diabetes tipo 2. Los picos de glucosa intensos y continuados acaban provocando una intolerancia o mal funcionamiento de la insulina, desembocando en la enfermedad metabólica.
La novedad reciente es que cuando hablamos de alimentación y picos de glucosa, el orden de los factores sí altera el producto. La secuenciación de alimentos, ingerirlos en un orden concreto, puede ayudar a mejorar tu salud: de hecho, puede ayudar a reducir hasta en un 75% los picos de glucosa. Así lo explica en un post de Instagram la doctora María José Martínez Obiols.
Cada vez que vamos a un restaurante o que comemos en casa, es habitual comenzar por un plato de hidratos, por ejemplo, una pasta y un arroz, y, después, las proteínas. No es lo mejor para los niveles de glucosa. Según esta médico nutricionista, el orden correcto de ingesta sería:
Los carbohidratos siempre deben ir acompañados de un 'seguro nutricional' para evitar que produzcan picos bruscos de glucosa. ¿Cómo se activa este seguro? Cada vez que se consuma alguna fuente de hidratos, incluida la fruta, hay que acompañarla de grasas saludables, como frutos secos y proteínas. Con estas recomendaciones, pronto comprobarás la diferencia en tus niveles de saciedad y de energía, al tiempo que mantendrás tu nivel de glucosa estable. Es decir, podrás controlar mejor el avance de enfermedades asociadas a la edad, como la obesidad y la diabetes.