La infusión que te hará perder peso si la tomas después de las comidas
Se trata de un té con propiedades antiinflamatorias que ayuda a hacer correctamente la digestión y a no hincharnos tras las comidas
También contribuye a bajar la tensión arterial, relajando la musculatura y favoreciendo el buen estado de ánimo
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Una cuarta parte de la población española sufre obesidad. Concretamente, un 16,5% de hombres mayores de edad y un 15,5% de mujeres padecen sobrepeso, según la Encuesta Europea de Salud en España de 2020. Sedentarismo, mala alimentación y hábitos de descanso perjudiciales son algunas de las causas del peso excesivo. Lidiar con este problema normalmente debería pasar por consultar con el médico, pero si los kilos de más son solo unos pocos hay una infusión que, tomada tras las comidas, es perfecta para adelgazar.
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En general, las infusiones nos ayudan a combatir diversos problemas de salud, no solo el sobrepeso. Aquí nos referimos al té que se hace con una planta con propiedades antiinflamatorias, que ayuda al organismo a hacer correctamente las digestiones, a no hincharnos tras las comidas gracias a su cualidad diurética y a regular la acidez estomacal.
Refrescante y calmante
Hablamos de la infusión de menta, utilizada en medicina tradicional durante siglos y una de las más consumidas por su refrescante sabor y aroma. Hay muchos tipos de menta, pero cualquiera es adecuado para hacer un té con el fin de cuidar de la salud. Además de las propiedades ya comentadas, también funciona como un calmante que contribuye a bajar la tensión arterial, relajando la musculatura y favoreciendo el buen estado de ánimo. Veamos por qué debes tomar infusión de menta después de comer.
Lo ideal es tomar esta infusión de menta tibia tres veces al día, después de cada comida principal. Esto nos ayudará a sentirnos ligeros y a perder peso de manera progresiva. A este hábito alimenticio habría que sumarle un paseo breve o algún tipo de ejercicio como una sucesión de sentadillas antes de reposar.
Favorece la digestión
El té de menta ayuda a absorber mejor los nutrientes a través del intestino. Además es útil para abordar los síntomas de la dispepsia, como lo son las flatulencias, el dolor abdominal y la diarrea, sin que se hayan encontrado efectos adversos conocidos. Quizás sea el mejor aliado contra problemas de estreñimiento. También favorece las funciones del hígado. Según un estudio de la Universidad Semnan (Irán), la menta podría mejorar la sintomatología y la condición de los pacientes de diabetes.
Ayuda a reducir el apetito
El olor de la menta, además de ser relajante, es supresor del apetito, puesto que los estímulos olfatorios también llegan al hipotálamo, controlando la sensación de hambre, según sendas investigaciones de la Universidad de Liverpool (Reino Unido) y el Baylor College of Medicine (Houston, Estados Unidos).
Combate los trastornos estomacales
Según un estudio de BMC Complementary and Alternative Medicine en 2019, la menta es una terapia segura y eficaz para tratar el síndrome del intestino irritable y puede ser útil para tratar las úlceras en el estómago, aunque su ingesta en ningún caso debería sustituir las recomendaciones del médico. Además, favorece el metabolismo gástrico y hepático.
Cómo tomarla
Para prepararte en casa una infusión de menta, coge cuatro horas frescas de esta planta e introdúcelas en una cazuela en la que hayas puesto agua a hervir. Al llegar al punto de ebullición, retira la cazuela del fuego, tápala y deja reposar durante cinco minutos. Después cuela el líquido y tómala tibia. Siempre puedes endulzarla con un poquito de miel, pero no con azúcar.