En Uppers hemos tomado nota de qué alimentos duran más en la despensa y por tanto suelen ser los que se adquieren para contar con provisiones para unos días. Tampoco hace falta que el objetivo sea superar las inclemencias climatológicas. Disponer de una buena despensa y que además sea saludable deja tiempo libre para otros menesteres, permite aprovecharse de muchas ofertas e ir exclusivamente al super para comprar los alimentos frescos una o dos veces en semana.
Por un lado, están los alimentos que más duran, por otro, aquellos que serían indispensables para alimentarse saludablemente un periodo largo de tiempo. En todos ellos aparece reflejado una fecha de consumo preferente o la fecha de caducidad. La primera es el momento en el que el alimento empieza a deteriorarse y por tanto comienza a perder sus propiedades organolépticas.
A partir de esa fecha de consumo preferente habrá que fijarse en su aspecto y en si se han conservado correctamente en las condiciones de humedad y temperatura que requiere cada uno. Es el caso de yogures, frutos secos, patatas chips, bollos y galletas, pan de molde, refrescos, alcohol, legumbres, arroces, patatas, tomate envasado, sopas de sobre, embutidos, quesos curados, mantequillas o mermeladas.
La fecha de caducidad indica el día en el que el alimento ya no es apto para ser consumido porque se han podido estropear al infectarse por microorganismos patógenos, virus y bacterias como Salmonela, Hepatitis A, E. Coli o Campylobacter. Sucede con las carnes, los pescados, las verduras frescas embolsadas o los quesos frescos.
Lógicamente, los alimentos que duran más en la despensa son aquellos que no necesitan frío. Incluso algunos duran años si no les afecta la humedad y se mantienen a una temperatura adecuada sin que se vean alteradas sus propiedades nutricionales. Es decir, todos han de permanecer en un espacio seco y fresco y almacenarse en un recipiente hermético para evitar la proliferación de microorganismos. Aunque no hayan caducado sí que pueden ir perdiendo sus propiedades, como el sabor o el aroma.
Los alimentos que más pueden durar en la despensa son los siguientes: